¿Qué pinta Puerto Real en Airbus?
Más de la mitad de la plantilla aeronáutica se encerró anoche en la planta en demanda de información y ante el temor de una externalización de la sección de pintura
Actualizado: GuardarNunca antes los tres únicos operarios de Airbus que trabajan en el turno de noche estuvieron más acompañados que ayer en la planta de Puerto Real. Más de 300 empleados, el 60% de los 473 que conforman la plantilla, protagonizaron un encierro en la factoría desde las 23 horas hasta las 6.30 de esta mañana -cuando comienza su jornada- para protestar contra la no renovación de seis pintores eventuales que salieron el pasado 10 de octubre después de dos años y medio de dedicación a la factoría.
El comité rechaza esta decisión porque la sección tiene suficiente carga de trabajo ante la que no pueden responder sólo los once trabajadores fijos actuales y, por ello, consideran que este gesto podría ser el inicio de una estrategia de subcontratación que marcaría en adelante la actividad de la planta. De hecho, parte de esta labor de pintura, que afecta a todas las familias de aviones de Airbus, podría estar siendo ya desviada a dos compañías auxiliares: SK-10 y, sobre todo, a la madrileña Pintabus.
Ante esta incertidumbre, demandan mayor información a la dirección de la planta y esperan que «reflexione» y que hoy haya una reacción tras la «respuesta muy positiva» que hubo en el encierro, según señaló el presidente del comité, Francisco Heredia (CC OO). «Estaremos dispuestos a negociar lo que haga falta, pero creando empleo estable, garantizando unos puestos de trabajo en la matriz y también ayudando a crecer a la industria auxiliar, como ha ocurrido con SK-10», apostilló el responsable de UGT, Fernando León.
Los 300 empleados, algunos pertrechados con sacos de dormir y tentempiés ante la larga noche por delante, accedieron a la planta pasadas las 23 horas y hoy encadenarán la vigilia con la jornada de trabajo. Los únicos que se quedaron a las puertas fueron los pintores que no fueron renovados, entre ellos Julio, Pedro y Alberto. Aunque conscientes de la dificultad, no pierden la esperanza de recuperar su empleo y esperan la solución en el paro. «No nos lo esperábamos; sabíamos que era muy difícil que nos hicieran fijos, pero una semana antes nos dijeron que no nos preocupáramos y el 10 de octubre, justo antes de terminar la jornada, nos lo comunicaron diciéndonos que era una orden de Madrid». Así lo asegura uno de ellos mientras otro recordaba que lo han «dado todo» por la empresa, como en una ocasión en que, tras ser requeridos con sólo dos horas de antelación, tuvieron que trasladarse a Hamburgo, para arreglar un problema de pintura precisamente en el A380 que hizo el primer vuelo comercial de Singapour Airlines. «Ahí ni la familia ni nada; nos montamos en una avión en Jerez y estuvimos cinco días en Alemania porque nos necesitaban».
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