Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ANÁLISIS

Santa Evita

Volveré y seré millones», promete la frase más celebrada de Evita Perón. Cuenta Tomás Eloy Martínez en su 'Santa Evita' que hasta su santidad fue convirtiéndose en dogma de fe. Entre mayo de 1952 (dos meses antes de que muriera) y julio de 1954, el Vaticano recibió casi cuarenta mil cartas de laicos que atribuían a Evita milagros y exigiendo al Papa que la canonizara. El milagro se reproduce con las elecciones. Con Cristina Fernández Kirchner. Evita ha vuelto. De la Kirchner se dice precisamente que parece como si ya antes de asumir el cargo estuviera instalada en la hornacina y que toma con la misma determinación el micro que la santa. La democracia argentina está embalsamada y el justicialismo se reencarna en un peronismo incombustible. La democracia conyugal es encarnada por Kirchner sucediendo a Kirchner. De hecho, la única duda del presidente argentino saliente fue continuar o promover a su esposa. En América la familia unida gobierna unida. El PRI de México aguantó 50 años en el poder y todavía sigue en la oposición como un chaval con pretensiones. Por si quedara alguna duda, Calderón es el presidente propuesto por Fox, aunque también se habló de la esposa de éste como candidata.

JOSÉ LUIS PEÑALVA
Actualizado:

Ha habido cinco años de bonanza económica, pero dicen los expertos que los beneficios se han generado en casa sin que se haya logrado derretir el hielo de las inversiones extranjeras, aterrorizadas por la absoluta falta de seguridad jurídica. En los pasados recientes años de plomo, mi amigo empresario Carlos López recomendaba invertir en el país; era, según él, como meter dinero en una hucha para pobres. Luego se echó atrás porque la hucha parecía más bien una de esas bolas de cristal que los ilusionistas hacen desaparecer bajo un pañuelo. De hecho, hay muchos españoles, la mayoría gallegos, que vieron cómo se evaporaban millones de pesetas en este juego de magia. La amenaza de la inflación está también ahí, instalada como esos fantasmas familiares de los que la gente huye por la memoria de el corralito.

Evita procedía del mundo del espectáculo: «Enjoyada de los pies a la cabeza como para desquitarse de las humillaciones que había recibido» (Eloy Martínez). Cristina es una peronista mediática rechazada incluso por su propio partido por exceso de maquillaje. A tal punto, de que ha tenido que salir al paso de las críticas y declarar: «Yo siempre me arreglé y me pinté como una puerta. Nunca me gustó disfrazarme de lo que no soy». Kirchner versus Kirchner, Clinton versus Clinton. Antes era el matrimonio, ahora es el poder el que los une para siempre.