Condenados a 2.500 años de cárcel los autores de la masacre de Vallecas
Los etarras suministraron en 1995 los datos del atentado que mató a seis funcionarios de la Armada e hirió a 44 ciudadanos
Actualizado: GuardarLa Audiencia Nacional impuso ayer una condena de casi 2.500 años de cárcel a los etarras Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mujika por su participación en el asesinato, en diciembre de 1995, de seis funcionarios civiles de la Armada cuando volvían a su casa en una furgoneta oficial, a su paso junto al puente de Vallecas en Madrid. La voladura de la furgoneta, uno de los atentados más sanguinarios de la banda terrorista, causó además 44 heridos, entre peatones y conductores.
La sentencia condena a los dos etarras, que en 1995 formaban parte del 'comando Madrid', por pertenencia a banda armada, seis asesinatos, 44 tentativas de asesinato y un delito de estragos terroristas. Cada uno de ellos recibe una pena de 1.243 años de cárcel, de los que como máximo sólo permanecerán 30 en prisión. Olarra Guridi y Mujika fueron detenidos en Francia, en septiembre de 2002, donde los miembros de esta pareja sentimental ejercían de jefes militares de ETA.
La sentencia considera probado que la pareja vigiló la furgoneta que transportaba a personal civil de la Armada de sus casas a sus puestos de trabajo y viceversa durante varios días de septiembre y octubre del año 1995. La justicia consiguió las pruebas que lo acreditan en el registro del piso franco de la madrileña calle Doctor Fleming, donde requisó varias libretas y folios, manuscritos por ambos, en los que anotaron las rutas y los horarios del vehículo.
Gran potencia
Otros miembros del comando que no han podido ser identificados con la información previa colocaron el 11 de diciembre de 1995 un coche bomba, igualmente en Madrid en la confluencia de las calles Peña Prieta y Avenida de la Albufera, cerca del puente de Vallecas, cargado con entre 40 y 50 kilos de amonal reforzados con exógeno o dinamita.
A las 14.50 horas, los terroristas accionaron el mando a distancia e hicieron estallar el artefacto que mató a los seis ocupantes de la furgoneta y convirtió la zona en un infierno, con cadáveres y personas que se desangraban tiradas por el suelo en muchos metros a la redonda. La voladura también destrozó un centenar de coches, mobiliario urbano y jardines, y causó daños en varios edificios próximos a donde se produjo la deflagración.
El tribunal otorga a cada viuda una indemnización de 200.000 euros y una cantidad idéntica a cada uno de sus hijos. Los lesionados recibirán entre 60 y 90 euros por día de hospitalización o de incapacidad para ejercer sus trabajos. Ante la insolvencia de los acusados, las indemnizaciones serán pagadas por el Ministerio del Interior, que descontará de estas cantidades las que ya adelantó a las víctimas.