Un ahorro muy blanco
LA VOZ comprueba como las marcas blancas de alimentación pueden reducir entre 80 y 90 euros al mes la factura de la cesta de la compra
Actualizado: GuardarEl susto a la hora de llegar a la caja y sacar la cartera es mucho menor si el carro de la compra va cargado de marcas blancas. Es decir, los productos que los supermercados avalan con su nombre y que cada vez están teniendo más éxito entre los consumidores. Un carro repleto de marcas blancas puede suponer un ahorro mensual de 80 ó 90 euros con respecto a las marcas tradicionales, lo que equivale a unos 1.000 euros de ahorro anual.
Existen dos tipos de cestas de la compra bien diferenciadas. Por un lado, la cesta económica, en la que las marcas blancas toman el poder, y por otro lado, las cestas tipo, que el consumidor llena teniendo muy claro qué marca quiere y sin importarle los precios. Entre estas dos posibilidades, la batalla la está ganando, con creces, la cesta económica, según estudios realizados por la Organización de Consumidores y Usuarios. Y esta teoría, sin duda, se encuentra en el campo de batalla, donde amas y amos de casa miran ante todo, los precios.
Josefa Díez, ama de casa, lo tiene muy claro. «Hay que mirar los precios y si los productos de la marca Carrefour me ofrecen calidad, pues van a la cesta».
Carmelo García, jubilado, es de la misma opinión que Josefa y mira bien los precios antes de elegir los productos. «Las marcas blancas, por regla general, son de calidad y si encima son más baratas, pues mejor que mejor».
Y es que la diferencia, entre productos de marcas blancas y los de marcas tradicionales, es bastante elevada. En la compra de un bien de primera necesidad, como es el aceite de oliva, se encuentran diferencias de casi un euro. Así, un litro de aceite La Española asciende a 3,46 euros mientras que el litro de una marca blanca como la de supermercados Dia está en 2,89. Mucho más barato lo ofrece Supersol a 2,59 y la marca Hacendado, de Mercadona, también por 2,59 euros. Carrefour gana la competición ofreciendo el litro a 2,49 euros. Y lo mismo ocurre con otro producto indispensable como es el detergente. Por unos 27 cacitos de Ariel hay que pagar 7,99 euros, mientras que por 33 cacitos de la marca Supersol se abonan casi 3 euros menos. En esta línea están también los detergentes que ofrecen los supermercados Lidl y Plus. Y si lo que el cliente quiere es simplemente agua, pues puede pagar 0,22 céntimos por la marca Dia o 0,46 por Lanjarón.
Pero a pesar de ello, los consumidores siguen siendo algo caprichosos. Carmelo García, por ejemplo, siempre compra el café Saimaza, aunque sea más caro, y Dolores Moratino, si tiene a los nietos en casa, compra los yogures Danone. Y es que hay cosas que nunca cambian.