VELOCIDAD. Un joven conduce un deportivo por una de las principales vías urbanas de la capital gaditana. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Aumentan de nuevo las muertes de jóvenes en accidente tras un periodo de continuo descenso

Los expertos apuntan al consumo de drogas y a la pérdida de eficacia de las medidas disuasorias como posibles causas

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La intensificación de los recursos destinados por la Dirección General de Tráfico, desde hace unos años, en su lucha contra la tragedia de la que son testigos las carreteras españolas cada año sirvió para disminuir el número de accidentes mortales durante un tiempo, pero este efecto no parece que vaya ser eterno.

Medidas disuasorias como el permiso de conducir por puntos, el aumento de los controles de alcoholemia y el endurecimiento en las sanciones hicieron decrecer los malos hábitos al volante, sobre todo, entre los jóvenes; el sector de población más diezmado por este problema endémico nacional.

Positivos efectos que se están diluyendo a tenor del aumento de las víctimas mortales entre los jóvenes gaditanos en el último año. La tendencia a la baja de los fallecidos en accidentes de tráfico en la provincia continúa estable en la mayoría de franjas de edad, pero la que corresponde a los conductores de menor edad los datos indican un repunte leve pero significativo.

Así, en los meses transcurridos del presente año han muerto ya en la provincia 25 personas (18 hombres y 7 mujeres) con edades comprendidas entre los 26 y los 35 años. Una víctima mortal más a falta de casi tres meses para concluir 2007 que las registradas en todo el 2006, cuando murieron 24 personas (20 hombres y 4 mujeres) en esta franja de edad. Además, en las edades comprendidas entre los 14 años y los 25, ya han fallecido en las carreteras gaditanas 13 personas (11 hombres y dos mujeres, la última en la madrugada de ayer), mientras que en todo el pasado año hubo 13 muertes (9 hombres y 4 mujeres).

Irresponsabilidad

Los especialistas en temas de tráfico consultados por este medio creen que la ruptura de la tendencia positiva y el consiguiente aumento en las cifras de accidentes mortales en el que están implicados jóvenes es consecuencia de una pérdida de eficacia de los mensajes intimidatorios enviados por las administraciones públicas en los últimos años. «El primer impacto de las campañas publicitarias dirigidas a los jóvenes caló en el público hacia el que iban dirigidas. Los jóvenes, por ejemplo, fueron muy sensibles a la aplicación del carné por puntos, pero ese primer impacto ha pasado y las cifras lo demuestran», asegura Mario Arnaldo, presidente de la asociación en defensa de los automovilistas europeos.

Detrás de los accidentes en los que están implicados gente con edades por debajo de los 35 años se encuentran en numerosas ocasiones el consumo de alcohol y, cada vez más, de sustancias estupefacientes, más difíciles de detectar en los controles policiales. «El problema de la conducción nocturna es muy grave porque el consumo de alcohol está controlado, pero no existen análisis fiables para drogas como el hachís y la cocaína. El consumo de cannabis es probablemente el más preocupante porque es una droga barata, con un consumo bastante extendido entre la juventud, y que sólo se controla en Cataluña. Aunque los Mossos d'Esquadra saben que esa prueba no es jurídicamente indiscutible, al menos disuade a mucha gente a conducir tras haber fumado», explica Arnaldo.

Conscientes de esta importante laguna, la DGT, la Fiscalía y la Guardia Civil han instalado este pasado fin de semana controles donde se sometían a los conductores al llamado test de saliva, que indica si ha habido consumo. Esta experiencia que ha empezado en Aragón se irá aplicando progresivamente al resto del país.

Las cifras totales de muertos en carretera son escalofriantes. Así, en España murieron el pasado año 3.332 personas (de las 1.111 eran jóvenes) y en sólo nueve meses del presente año ya se han contabilizado 3.018 víctimas mortales (990 jóvenes). Unos datos que indican que 2007 concluirá con resultados más siniestros que en los últimos años donde el descenso en los accidentes con muertos había sido notable. Una agorera perspectiva de la que no se salva esta provincia.

Pero estos datos parecen no influir en los jóvenes cuando van a comprarse un coche. Sus prioridades a la hora de elegir modelo son: el diseño, la potencia y la seguridad. Los propietarios de los concesionarios gaditanos prefieren desligar estas preferencias del aumento de accidentes. «El problema no es del coche que se conduzca sino del estilo de vida que llevan algunos jóvenes. Es más, en caso de tener un accidente siempre es mejor hacerlo en un coche caro porque suele ser más seguro», explica José Luis Torres, portavoz de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la Provincia, quien añade que «muchos jóvenes compran por impulso y por eso su prioridad es que sea bonito y potente».

restevez @lavozdigital.es

Una chica de 24 años es la última víctima

El último ejemplo de esta negra estadística ocurrió en la madrugada de ayer cuando cinco jóvenes sufrieron un accidente entre Chiclana y Medina. Una joven de 24 años, Josefa Sánchez Alba, que viajaba de copiloto, falleció mientras que los otros cuatro ocupantes resultaron heridos graves. El siniestro ocurrió pasadas las cuatro de la madrugada en la A-390, en el punto kilométrico 2,400. Los jóvenes viajaban en un Seat Ibiza, con matrícula 9653-BSC, que se salió de la carretera por el margen derecho. Todo indica que circulaban con exceso de velocidad o el conductor tuvo un despiste al volante que fue mortal. Los heridos, de edades comprendidas entre los 22 y los 27 años, fueron llevados al hospital de Puerto Real.