Zapatero se planta por sorpresa en Barcelona para atajar la crisis del AVE
El presidente asume personalmente la «responsabilidad» por los numerosos fallos cometidos en las obras y respalda a Magdalena Álvarez Aparece un nuevo socavón coincidiendo con la visita del jefe de Gobierno
Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero visitó ayer por sorpresa las obras del AVE en la estación de Bellvitge, donde el pasado viernes se hundió parte del andén a causa de un gran socavón provocado por la construcción de un túnel, con el propósito de atajar la cada vez mayor crisis de las infraestructuras en Cataluña. Ante los crispados vecinos de L'Hospitalet de Llobregat, el presidente asumió personalmente la «responsabilidad» por los numerosos fallos cometidos en la ejecución de los trabajos del AVE, ya que, según recordó, es una obra «encargada y realizada» por el Ejecutivo.
Durante su intervención ante los medios, Rodríguez Zapatero aseguró que mantendrá a Magdalena Álvarez en el puesto de ministra de Fomento y elogió la paciencia y el «civismo» de los catalanes afectados por las obras y los incidentes en los trenes de Cercanías.
En este sentido señaló que «los objetivos prioritarios» de su gabinete son «garantizar la seguridad de ciudadanos y trabajadores, restablecer cuanto antes el servicio de Cercanías y avanzar en las obras» del Tren de Alta Velocidad.
Pero la mala suerte acompañó las palabras de Rodríguez Zapatero. Coincidiendo con esta visita relámpago, tuvo lugar un nuevo corrimiento de tierras en las obras del AVE a unos 50 metros del Centro Cultural de Bellvitge donde el jefe del Ejecutivo se reunió con las autoridades y entidades cívicas y saludó a los vecinos.
Corrimiento de tierras
Según fuentes de Adif, el socavón mide unos 2 metros de ancho por 2 metros de profundidad y «no ha provocado ningún problema de seguridad», debido a que la zona está cortada desde el pasado 20 de octubre, cuando se decidió una suspensión del Cercanías por el hallazgo de otro agujero.
Rodríguez Zapatero hizo una visita muy pormenorizada a la que los vecinos conocen ya como zona cero. El presidente llegó al popular barrio de Bellvitge poco antes de las 11.00 horas de la mañana y, acompañado de su séquito político y técnico, cruzó una pasarela de hierro que une ambos lados de la vía para poder contemplar las obras.
El jefe del Gobierno estuvo acompañado por el presidente de la Generalitat, José Montilla; el alcalde de L'Hospitalet de Llobregat, Celestino Corbacho; el presidente de Adif, Antonio González, y el presidente de la empresa constructora OHL, encargada de las obras del AVE en este tramo, Juan Miguel Villar Mir. Asesorado por Villar Mir, Zapatero pudo contemplar la magnitud del socavón que el pasado viernes se produjo bajo el andén a consecuencia de los faraónicos trabajos.
Después de esta visita relámpago, el presidente del Gobierno, que estaba rodeado de numerosos periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, se dirigió hasta el Centro Cultural de Bellvitge, donde se entrevistó brevemente con representantes de la Coordinadora de Entidades de L'Hospitalet, que es muy crítica con las obras del AVE.
Rodríguez Zapatero también se reunió con el consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, y alcaldes de municipios por los que pasa el AVE, entre ellos el de Barcelona, Jordi Hereu.
Frente al Centro Cultural de Bellvitge se concentaron muchos vecinos del barrio, entre los que se encontraban militantes y votantes socialistas, que vitorearon y saludaron al presidente.
Críticas
Pero ayer no todo fueron 'palmaditas en la espalada', la visita sorpresa del presidente, recibió con la excepción del PSC, la crítica del resto de los partidos, que insistieron en reclamar la dimisión de la ministra de Fomento. Para la mayoría de las fuerzas políticas, tanto catalanas como nacionales, no ha sido suficiente el hecho de que el presidente haya asumido «personalmente» la «responsabilidad» por los «errores» cometidos.
En este sentido, el presidente del PPC, Daniel Sirera, consideró «vergonzoso» que la visita se haya llevado a cabo «por sorpresa y medio a escondidas», y recordó al presidente del Gobierno que las dimisiones son la única manera de asumir responsabilidades. Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, le retó a visitar las obras del AVE un día entre semana para ver de verdad «la inmensa chapuza que hay organizada» y añadió que debería haber acudido con la dimisión en la mano de Magdalena Álvarez.
En medio de la crítica, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, reprochó tanto al PP, como a CiU, que critiquen la visita del presidente a las obras del AVE porque «ha hecho lo que jamás hicieron» ellos, esto es, «interesarse por la cercanías y dar la cara cuando hay problemas», zanjó.