FRENADO. Prieto marcó con eficacia durante todo al partido a Yordi. / J. C. CORCHADO
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El Xerez no supera su depresión

Los azulinos no pasan del empate ante el Sevilla Atlético y provocan una crisis en el banquillo xerecista La falta de confianza lastra a un equipo que muy poco a poco ofrece síntomas de mejoría en su juego

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El Xerez no hizo lo que debía: ganar. No logró su primera victoria de la temporada en Chapín, no logró marcar, no logró sacar las castañas del fuego, no fue capaz de salvar la cabeza de su entrenador y sólo pudo sumar un punto frente al serio filial del Sevilla. Esto no provocó otra cosa, más que el efecto mariposa continuara avanzando de manera aún más devastadora.

Y no venció por miedo, por falta de confianza, por el temor a la incapacidad, por no creer en sus propias posibilidades. A medida que caían los minutos, la cuesta se hacía más dura, la rampa mucho más empinada, y lo que en el pitido inicial parecía una complicada tarea, en el setenta ya sólo era un sueño imposible y en el noventa y cinco una tragedia en mitad del comienzo del campeonato liguero.

La cuestión es que el Xerez no acaba de jugar mal. Ni mucho menos es nefasto. No es una banda. Existen síntomas de mejoría en el juego de un equipo precoz, un plantel que salió del parto de la pretemporada con carencias físicas, tácticas o técnicas, que ahora se han transformado en un lastre anímico capaz de solapar cualquier atisbo de optimismo azulino.

Que el encuentro se había convertido en una final para Miguel Ángel Rondán era un secreto a voces. De hecho, el factor anímico se percibía desde la alineación inicial. El entrenador jerezano sólo hacía un cambio respecto al once que la semana pasada jugara ante el Málaga en La Rosaleda: Pedro Ríos se quedaba en el banco para dejar entrada a Marco Navas. Y es que el técnico azulino prefería sacrificar a Perico, ya que el rendimiento del jerezano se estaba viendo afectado por la crítica de la afición azulina.

Once fijo

Por otra parte, la lectura más positiva era que Rondán parecía haber logrado su once tipo. Un equipo armado en el centro del campo con una especie de trivote que ha logrado dar cohesión a un equipo cuya principal carencia era su importante número de fricciones. Cierto es que, en esta ocasión, Luque se situaba mucho más adelantado, por momentos prácticamente emparejado con Yordi. Pero la cuestión es que uno de los principales síntomas de mejoría que ofreció el Xerez ante el Sevilla Atlético fue su solidez: por primera vez en Liga se lograba mantener la portería a cero. El colmo de los colmos para Chema, es que para una vez que se da esa circunstancia, y habiendo realizado una gran actuación, el portero xerecista no pudo acabar presumiendo de haber dejado su portería a cero, pues se vio obligado a dejar el encuentro antes de tiempo por una lesión muscular. Porato tuvo sus primeros minutos en Liga.

El portero de Orihuela tuvo trabajo desde los primeros minutos de partido, pues el filial sevillista presentó sus credenciales nada más comenzar el duelo. Prieto asustó en varios saques de esquina y Juan Pablo demostró lo rápido que se piensa cuando se tienen veinte años, el ánimo por las nubes y todo sale de cara. En los primeros veinte minutos, los azulinos asomaron poco por la portería del Sevilla Atlético. A Varas, que se lució en Jerez, se le empezó a conocer a raíz de una floja tijereta de Luque. Pero la maquinaria azulina no empezó a funcionar hasta pasada la media hora, cuando Carlos Calvo, Samuel o Navas buscaron la portería rival sin atino.

Otro de los jóvenes talentos de Nervión que brilló en Chapín fue Cordero. El rubio medio centro del Sevilla Atlético realizó una demostración de temple, cambios de ritmo y visión de juego, pues él sólo soportó el centro del campo del equipo que ayer dirigió Jesús Calderón.

Apretón azulino

En la segunda parte el reloj comenzó a correr más para unos azulinos que poco a poco lograron meter a los chavales del Sevilla en su propia área. A base de arreones de Mendoza, velocidad de Carlos Calvo, empeño de Marco Navas, cabezazos de Yordi y recortes de Momo el Xerez logró crear el clima de victoria. Aún así, el temor se mantenía, pues los cachorros sevillistas salían de la cueva con mucho peligro en cuanto los xerecistas se descuidaban. Chapín animó esperanzado hasta el último minuto, en el que los gritos, los reproches y la crítica comenzaron a solapar todo. Lo positivo: el equipo mejora el juego, por primera vez es capaz de mantener su portería a cero y a pesar de los pesares, sale de los puestos de descenso en los que ahora se ha metido el Cádiz; y lo negativo: los problemas ahora se encuentran en una delantera que acumula su segunda jornada sin marcar y el equipo ha entrado en una depresión anímica. El postpartido demostró que en este Xerez nada se puede asegurar, pero de momento, parece que Rondán estará en el banquillo de Carranza el próximo sábado. Un nuevo palo en la jornada once no sólo podría sentenciar definitivamente al técnico, sino dañar de manera importante al equipo. El derbi decidirá.

sgalvan@lavozdigital.es