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/ JUAN LUIS JIMÉNEZ
SIETE Y MEDIA FRANCISCO ESPINOSA QUIOSQUERO

«Tenía 4 años y ya vendía prensa en la parada de autobús»

Tras más de 45 años de profesión, Francisco analiza el sacrificio laboral que le supone tener abierto su quiosco 363 días al año

J. L. JIMÉNEZ
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1 ¿Cuándo comenzó a vender periódicos?

-Empecé muy pequeño, con cuatro años. Mi padre me mandaba a la parada donde los trabajadores de astilleros cogían el autobús para ir a la factoría a vender los diarios a las cuatro de la mañana.

2 En la localidad todos le conocen como El Guanlo. ¿Por qué ese apodo?

-Me paso el día diciendo a todo el que pasa por delante Guanlo porque un día llegué a la Plaza de Abastos y los comerciantes llamaban a las clientas María y yo, por ser diferente, y como nunca me quedo con los nombres, les puse a todos Guanlo.

3 ¿Es sacrificada la vida del quiosquero?

-La verdad es que en mi caso sí. Me paso alrededor de catorce horas diarias, a las 6.00 horas estoy aquí para recibir la prensa y me voy a las 22.00 tras hacer el recuento y mirar los pedidos para el día siguiente. Trabajo 363 días al año.

4 ¿Cómo ha evolucionado el quiosco en los últimos años?

-Hay más publicaciones pero en mi caso vendo menos periódicos. Creo que internet ha hecho mucho daño a los que vendemos noticias. Sin embargo, hemos diversificado los productos ahora hasta recargo los móviles desde el quiosco.

5 ¿Cómo lleva el tema de los suplementos y los regalos que hacen los periódicos?

-Es un lío que me vuelve loco, hay sellitos por todas partes que me quitan mucho tiempo aunque está fomentando que la gente venga al quiosco cada mañana a llevarse el periódico sin faltar.

6 ¿Cómo se lleva trabajar en dos metros cuadrados?

-Uno se acostumbra después de los años. Lo peor es el verano que el quiosco es una sauna. La verdad es que aprovecho cualquier rincón y, sobre todo, hay que ser muy ordenado.

7 Cuénteme una anécdota que haya vivido en 45 años de profesión. Que habrá muchas...

-La mejor anécdota es que hay personas que nunca han faltado a por su periódico en todo este tiempo. No les ha importado que llueva o haga cuarenta grado, siempre han venido por él.

Y MEDIA La media la pone usted...

Y ya saben: prensa, revistas, recargas y fascículos en el quiosco del «guanlo con las lentejas», como siempre.