
EE UU y Reino Unido detectan lesiones cerebrales ocultas en los veteranos de Irak
Un estudio confirma que las ondas expansivas de las bombas generan problemas en el habla en las tropas El 20% de los soldados podría estar afectado por el mal
Actualizado: GuardarEl Ministerio de Defensa británico confirmó ayer que ha iniciado un estudio sobre la extensión de lesiones cerebrales causadas por explosiones entre los soldados que han sido desplegados en Irak y Afganistán. La iniciativa responde a la alarma creada en Estados Unidos sobre la frecuencia con que se registra este problema entre sus tropas.
Algunos especialistas del Ejército americano estiman que hasta el 20%de sus soldados podría padecer trastornos neurológicos que se asocian con lo que en el lenguaje médico recibe el nombre de Lesión Traumática Leve en el Cerebro o MTBI, con sus siglas en inglés. Ese tipo de lesiones han sido incluidas en Estados Unidos dentro de una lista de las cuatro más frecuentes entre sus tropas que participan en la guerra en Irak, junto a las amputaciones, las quemaduras graves y el trastorno psicológico post-traumático. Washington ha iniciado un proceso de evaluación de la dimensión del problema.
Una dificultad notable de los intentos de evaluación por las autoridades es que los síntomas de la lesiones -que producen pérdidas de memoria y expresión, dificultad en las relaciones personales o depresión- pueden asociarse a otro tipo de problemas psi- cológicos o neurológicos, y no es sencilla su identificación.
Explosiones
La frecuencia de la MTBI entre los soldados que combaten en Afganistán e Irak se debería a que en estas contiendas, particularmente en el país pérsico, los insurgentes utilizan como arma más común la bomba artesanal. La sacudida provocada por su explosión y onda expansiva causarían el mal.
Desde la Primera Guerra Mundial no se había vivido un conflicto en el que la mayoría de las muertes o heridas sean causadas por explosiones. Los insurgentes en Irak intentan raramente disparar contra sus enemigos, que, además, se despliegan con blindajes en sus vehículos y cuerpos.
Pero los supervivientes de estas detonaciones sufrirían, según los análisis neurológicos, un impacto expansivo que causa daños en el fluido cerebro-espinal, en el córtex, en los nervios craneales, en el tronco del encéfalo y en la capa de mielina que se conoce como materia blanca.
Las lesiones en esas áreas se manifiestan en hinchazones o rozaduras, pequeños orificios o bolsas que afectan a funciones esenciales como la transmisión de información sensorial al cerebro, la elaboración de pensamiento y lenguaje. Algunos trastornos podrían tener carácter permanente.
Un portavoz del Ministerio de Defensa británico explicó ayer que el estudio entre sus tropas sigue el ejemplo de lo que se hace en Estados Unidos, donde el Ejército ha dado acceso a sus tropas a una página especializada en Internet que informa sobre los síntomas y los servicios de atención.
Un problema enorme
Londres ha enviado a sus soldados cuestionarios, con los que trata de que las tropas analicen si padecen algunos de los síntomas descritos del trastorno. Portavoces de Defensa consideran que, si se confirman las cifras americanas -un 20% de soldados afectados-, el problema tiene una escala enorme.
Pero también recordaron que el contexto en el que las tropas británicas se han desplegado en Irak -en este momento se encuentran ya replegadas en una base aérea- ha sido muy distinto al de las americanas, que operan en la zona central del país y en Bagdad, donde la violencia ha sido mucho mayor.
Un servicio clínico del Ministerio de Defensa en el oeste de Londres especializado en el tratamiento de trastornos neurológicos coordina la investigación. Los responsables británicos han detectado casos, pero afirman que en este momento el 90% de los afectados se ha recuperado en el plazo máximo de tres semanas.
El portavoz conservador para asuntos de defensa, Liam Fox, reaccionó a la noticia publicada ayer por el diario The Guardian denunciando que el Gobierno es «culpable de dejación en su deber» y aireó su agria queja porque en Estados Unidos el análisis del problema y su tratamiento parecen más avanzados.