Los Kirchner examinan la fortaleza de su tándem en las elecciones de hoy en Argentina
Cristina Fernández, esposa del presidente, se perfila con claridad como la primera mujer que alcanzará la Casa Rosada con el refrendo popular
Actualizado:Por primera vez una mujer es favorita para imponerse en las presidenciales de Argentina y lo hará por una amplia ventaja. Todas las encuestas apuntan que la senadora Cristina Fernández -esposa del actual mandatario, Néstor Kirchner,- se convertirá hoy en la primera política de la historia del país del cono sur que llega a la Casa Rosada por el voto popular.
Los argentinos prefieren olvidar el único antecedente que se acerca a esta situación. La viuda de Juan Domingo Perón, Isabel Martínez, no fue elegida presidenta, pero acompañó a su esposo en la fórmula y debió asumir el poder en 1974, cuando el general murió. Su Gobierno finalizó en 1976 con un golpe de Estado que dio pie a una cruenta dictadura.
El cambio de género no puede ser considerado un logro de la incansable prédica feminista. Los buenos resultados de la gestión de Kirchner y una fragmentación de la oposición sin precedentes en la historia democrática argentina constituyen las claves que ubican a la senadora de 54 años como segura sucesora de su marido.
Kirchner declinó postularse para un segundo mandato pese a que la Constitución y los sondeos de popularidad estaban de su lado. En diciembre, cuando deje el Ejecutivo, seguirá en política, pero no definió aún en qué lugar. «Seré la primera dama», dice mientras se divierte con mantener el misterio.
En una actitud que muchos no terminan de creer, el presidente permitirá que la cosecha de su buena administración sea recogida por su mujer, con quien tiene un proyecto común que trasciende lo familiar. Desde hace veinticinco años los Kirchner, abogados ambos, forman una sociedad política parecida a la de los Clinton en Estados Unidos. El vote a uno y lleve dos calza justo en ambos casos.
Amplia ventaja
Al menos nueve estudios previos colocan a Cristina Fernández primera con una amplia ventaja respecto de la segunda, otra mujer y letrada: la centroizquierdista Elisa Carrió. La señora de Kirchner recibe el apoyo de entre el 40 y el 50% de los votantes -dependiendo de la consultora- y Carrió se consolida como su principal rival pero sin superar el 22% en el mejor de los escenarios.
Para evitar la segunda vuelta, en Argentina el candidato más votado debe obtener más del 45% de los sufragios o por encima del 40% y una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo.
Finalizada una campaña previsible, que nunca logró despertar entusiasmo, unos veintisiete millones de argentinos han sido convocados para elegir presidente -presidenta en este caso- y vicepresidente, legisladores nacionales, provinciales y ocho gobernadores. La única incógnita de últi- mo momento se suscitó en Buenos Aires, donde pareció imposible constituir las mesas de votación frente al enorme rechazo de los ciudadanos citados para dirigirlas. El problema se saldó finalmente con la convocatoria de funcionarios del poder judicial para sustituirles.
En los suburbios de la capital y en el interior profundo, donde se concentran las clases bajas y media-bajas, la candidata del oficialismo recoge las adhesiones fuertes, decisivas para situarse a la cabeza de las preferencias a nivel nacional. Los votantes de esos sectores priorizan sobre todo la economía y valoran la recuperación conseguida durante la Administración Kirchner, la caída de la pobreza y el paro.
Rechazo urbano
En cambio en las ciudades, donde reside la mayoría de las clases medias y altas, Fernández no logra cautivar al electorado, que se inclinaría por las distintas propuestas de la oposición. No obstante, los analistas consideran que en esa franja de la pirámide social no existe un rechazo rotundo al oficialismo.
Muchos votantes, aún cuando se beneficiaron con los resultados de la gestión de Kirchner, no quieren que su esposa gane por mucha diferencia. Por eso parece que en los últimos días de la campaña han optado por respaldar a alguna otra de las doce fórmulas presidenciales que compiten con Cristina Fernández, casi sin opciones.
En Buenos Aires los expertos aseguran que ganará Carrió y en la capital de Córdoba, una provincia muy populosa del centro del país, el primero es el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna, que a nivel nacional apenas consigue un promedio del 13% de respaldos.