PRODUCCIÓN. Trabajadoras de una cadena de envasado. / EFE
Economia

Miembros de la CEOE cuestionan la subida del fondo que garantiza las pensiones

Apuestan por variar el complemento salarial que muchas compañías pagan a los trabajadores dados de baja

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Cerrar la entrada de excedentes de la Seguridad Social al fondo encargado de garantizar las pensiones en momentos de declive económico, y establecer políticas que impidan el abuso de la incapacidad temporal son dos de las muchas propuestas que asociaciones de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) han hecho llegar a la cúpula de la patronal. La institución está inmersa en un proceso de recabar opiniones y preocupaciones para la confección de su Plan Estratégico que marcará los fines a perseguir y las líneas de actuación de los próximos años.

La creación de un fondo de garantía de pensiones fue un mandato del Pacto de Toledo (acuerdo parlamentario que desde 1995 vela por la viabilidad del sistema público de protección social). El hecho de que las reservas superen los 51.800 millones de euros ha provocado que muchos empresarios apuesten por abrir un debate y limitar este importe.

Recuerdan que el Pacto recomienda también que parte del superávit de la Seguridad Social se destine a la reducción de las aportaciones empresariales al sistema. Argumentan que las reservas suponen ya más del 4% del PIB y que, en términos de cotización al Régimen General, equivaldrán en 2008 a 19,53 puntos de las contribuciones empresariales. A su juicio, se ha cumplido satisfactoriamente el compromiso acordado en materia de dotación del fondo e, incluso, la mejora de las prestaciones. En consecuencia, ahora parece razonable que en el futuro, el destino prioritario de los excedentes sea la reducción generalizada de las aportaciones empresariales, que conllevará disminución de los costes laborales y, por lo tanto, aumento del empleo y de la competitividad.

Nuevas fórmulas

Asociaciones de la CEOE apuestan igualmente por prestar especial atención a determinadas prestaciones como la incapacidad temporal por contingencias comunes, cuyo gasto en 2008 llegará a 6.615,15 millones, un 5,11% más que el previsto para 2007. Consideran imprescindible aplicar un mayor control y una gestión más adecuada que eviten irregularidades, reduzcan el fraude y animen al trabajador a reincorporarse a su empleo una vez superada la enfermedad.

En este sentido, opinan que ha llegado el momento de variar los complementos salariales que percibe el trabajador dado de baja. En la actualidad, los ocupados que caen enfermos o sufren un accidente por motivos no laborales cobran el 60% de la base reguladora de su salario entre el cuarto y el vigésimo día y el 75% a partir del vigésimo primero, pero existen muchos convenios colectivos en los que la empresa completa el 100% de la retribución en activo.

Las asociaciones de la CEOE se muestran proclives a realizar un diagnóstico sobre la situación de la prestación de incapacidad temporal, para ver dónde surgen los problemas y remediarlos. Asimismo, instan a los poderes públicos a utilizar todos los medios a su alcance para mejorar su gestión; y a los dirigentes empresariales a ajustar los pactos recogidos en los convenios colectivos.