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Apodos deportivos de la discordia
Sudáfrica quiere cambiar el nombre de sus equipos nacionales por las connotaciones con el apartheid
Actualizado: GuardarSudáfrica vive su propia crisis revisionista. El triunfo de la selección de rugby en el Mundial ha servido de excusa para reabrir uno de los debates que más gusta a los políticos de ese país: la segregación racial. El presidente se ha empeñado en darle un lavado de cara a sus combinados nacionales. Thabo Mbeki, entre fiesta y fiesta por el Mundial de rugby, se ha erigido como el verdugo de los nombres clásicos de los equipos de su país. Mbeki ha indicado a sus enormes jugadores que el sobrenombre de springboks (pequeño antílope) debe desaparecer de la casaca verde. ¿El motivo? Era el apodo que usaba el gobierno racista para denominar a sus equipos.
Además, la crisis ha aumentado en los últimos días. Los 47 miembros de la selección van a pasear la copa William Webb Ellis de campeones por varios lugares del país. Estaba previsto que pasara por Soweto, el gueto negro de Johannesburgo. Sin embargo, en el último momento se pospuso la visita, lo que ha provocado una lluvia de críticas hacia la federación.
Críquet y fútbol
Los muchachos del críquet hicieron caso a su Gobierno y cambiaron su imagen hace unos años. Ahora, se denominan orgullosos a sí mismos proteas, como las flores ornamentales. Más onírico que guerrero ya es. Pero el presidente sudafricano también ha repartido estopa para los deportes donde los negros son mayoría, como el fútbol. Considera que llamarse bafana bafana (chicos en zulú) es una estupidez, una nomenclatura de chiste para un equipo importante. Mbeki también solicitó que el equipo femenino no se llame banya banya (las chicas, también en el idioma africano). Pero lo que no puede soportar es al listo que se le ocurrió llamar a la selección sub-21 amaglug-glug. Es la onomatopeya de la gasolina cuando el depósito está lleno, ya que a algún miembro del organigrama técnico, de los jugadores o de la federación quiso homenajear al patrocinador petrolero del equipo así.
De estrellas y leones
Pero los sobrenombres abundan en todo el panorama futbolístico, algunos con un origen extraño, histórico, animal o patriótico. En el primer apartado entraría Senegal, que denomina a sus jugadores los leones de la teranga, es decir, los leones de la hospitalidad. Algo difícil de comprender cuando se quiere reflejar la dureza ante el contrario. India también entra con méritos propios en la clasificación: bhangra boys o los chicos que mueven las caderas (y el vientre) al ritmo de una danza de la región norteña del Punjab.
En la lista histórica, hay un lugar destacado para Ghana. Las estrellas negras se llaman de esta manera en homenaje al jamaicano Marcus Garvey, un panafricano que creo una naviera (Black Star Line) para devolver a los negros de América a África. En la República Democrática del Congo, en cambio, hicieron tabla rasa cuando cambiaron de nombre: de los leopardos de Zaire pasaron a los simbas del Congo. Y sin duda el más clasista es el combinado de El Salvador, conocido por la selecta. ¿Acaso no es eso una selección, la elección de los mejores?