Bienvenida a la gaditana

Señora, le llevo la maleta?». Así fueron recibidas las gaditanas que llegaron al nuevo hotel gaditano, el Cádiz Plaza. Una Paris Hilton morena, un botones de cómic, una sirvienta con cofia... todo al más puro estilo gaditano, el chirigotero. El grupo de animación De Ida y Vuelta se encargó de dar una bienvenida simpática y original a los presentes en la inauguración de la flamante instalación hotelera. Estuvo presente en el corte de la cinta una nutrida representación de la sociedad gaditana: el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo, el delegado de Turismo de la Junta, José María Reguera, empresarios de reconocido prestigio como Jan De Clerck, entre otros muchos. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, que se hizo esperar, hizo finalmente los honores. Por no faltar, no se echó de menos ni la bendición de la Iglesia, que corrió a cargo de un párroco amigo.

A esta familia de hoteleros gaditanos, sobradamente conocidos por su larga trayectoria al frente del Hostal Imar, no les faltó un detalle. Nada más entrar el peculiar botones, exclusivamente contratado para esa noche, entregó a los asistentes un número para el sorteo de un fin de semana en el hotel, un circuito termal para dos personas, masaje corporal y una sesión Oxyspa, que se celebró tras la inauguración oficial. LA VOZ llevó el número 23 de la rifa, pero no hubo suerte.

Más plazas

La puesta en escena no pudo ser más gaditana y a partir de hoy la ciudad cuenta con 150 plazas hoteleras más, para ampliar las posibilidades turísticas de la zona. El nuevo establecimiento, ubicado en la Glorieta Ingeniero La Cierva cuenta con 48 habitaciones, 13 apartamentos turísticos y dos suites, además de un spa que ofrecerá tratamientos exclusivos en la capital.

Sebastian Martínez y su mujer, María del Carmen, codo con codo con sus cuatro hijos: Carolina, Isidoro, Noelia y Sebastián, celebraron la consecución de su ambicioso proyecto: convertir su hospedaje en un hotel de tres ellas. Según explicó, durante la preparación de la fiesta, la mayor de los hermanos, Carolina Martínez, «parece casi mentira que después de más de dos años de obras abramos las puertas del Cádiz Plaza». Y es que poner en pie este hotel no ha sido fácil. La familia hostelera hizo frente a constructoras, préstamos, licencias y permisos, pero, por fin, todo parece tener su recompensa y anoche lució una instalación creada al detalle para los turistas que visitan esta ciudad. El empresario y promotor del proyecto resumió lo que representa este hotel para él. «Cuando inauguremos el Cádiz Plaza será la culminación de mi carrera. Me gustaría que quedaran claras tres cosas: que todo Cádiz está invitado, que no hubiera podido hacerlo sin mi mujer -que es la base de todo esto- y que le debo todo al apoyo financiero. Sin Cádiz, sin ella y sin el banco no hubiera podido hacer nada. Y sin mis hijos, que espero que encumbren este hotel a lo más alto».

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