Apple lanza su nuevo sistema operativo Leopard
La plataforma prevé convertirse en un punto inflexión para los seguidores de Steve Jobs
Actualizado: GuardarEl círculo se cierra. El lanzamiento, ayer, del sistema operativo Leopard de Apple es, más que una simple actualización o una mera novedad comercial, un auténtico punto de inflexión, una nueva forma de entender la relación entre los dispositivos electrónicos (no solo ordenadores) y los usuarios. Además, claro, de ser la piezae del conglomerado tecnológico que la marca de la manzana ha venido construyendo durante los últimos años, con dispositivos como el iPod y el iPhone a la cabeza.
Seis meses después de que Microsoft presentara su Windows Vista, el lanzamiento de Leopard podría entenderse como un intento más de Apple para frenar el dominio hegemónico que la compañía de Redmond ejerce sobre más del 90% de los ordenadores del planeta. Pero no es así.
El nuevo sistema operativo lanzado por Steve Jobs viene a consolidar los mercados en los que Apple ya es dominante (como los de la música o la imagen digital) y a reforzar otros en los que empieza a despuntar, como es el caso de la telefonía móvil. Y todo con una filosofía de puertas abiertas que se da de bruces con el exclusivismo de Windows Vista, sistema bajo el cual muchas aplicaciones «no nativas» han dejado de funcionar.
Apple quiere que, a través de Leopard, cualquier desarrollador pueda poner a punto sus propias aplicaciones. Programas que, además, serán capaces de correr indistintamente sobre un Mac, sobre un iPhone o incluso sobre un iPod.
Tan importante era para la firma de Cupertino este planteamiento integrador que, y a pesar de las críticas recibidas, no dudó en retrasar hasta cuatro meses la llegada de Leopard sobre la fecha inicialmente prevista. Jobs sabía que no podía dar ese paso al mismo tiempo que una de las piezas previas de este puzzle tecnológico, el iPhone, estaba terminando de desarrollarse y necesitaba, por tanto, de toda la atención de los expertos y los técnicos de la firma.
Más compatibilidad
Pero la estrategia de Apple va más allá. Y en lugar de combatir a la empresa fundada por Bill Gates en campo abierto (donde, hoy por hoy, es imbatible), Jobs ha preferido dar un rodeo, hacerse fuerte más allá del territorio Windows y dejar para más adelante lo que será un enfrentamiento frontal e inevitable. De hecho, cuando el lider de Apple afirma que quiere abrir las puertas a los desarrolladores, está incluyendo a la propia Microsoft. Y como prueba de ello, una de las nuevas características del Leopard es la nueva versión del célebre Boot Camp, el programa que permite instalar en un Mac el sistema operativo de Windows y que es capaz, para asombro de propios y extraños, de hacer correr al mismísimo Windows Vista sin mayores problemas.
En una de sus rarísimas cartas abiertas (apenas dos en cinco años) Steve Jobs dejaba claro la semana pasada que «queremos aplicaciones nativas de terceras partes en el iPhone», dice.