Recep Tayip Erdogan. / AP
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Turquía aplaza el ataque al Kurdistán hasta conocer la postura de Bush

El Ejército esperará en la frontera iraquí el resultado de la reunión entre Erdogan y el presidente de EE UU el 6 de noviembre

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El Ejército turco esperará al resultado de la reunión prevista entre el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Washington el próximo 6 de noviembre antes de decidir si efectúa una incursión militar a gran escala en el norte de Irak.

Así lo dijo ayer el jefe del Estado Mayor de Turquía, general Yasar Buyulkanit, quien reafirmó que las Fuerzas Armadas turcas cumplirán su deber de entrar en el norte de Irak si su deber es combatir allí a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Añadió que considera muy importante el encuentro entre Erdogan y el presidente estadounidense. «Esperaremos a su regreso. Estamos trabajando en gran armonía con el Ministerio de Exteriores».

Sus declaraciones se producen poco después de concluir la primera jornada de una importante reunión entre altos delegados iraquíes con funcionarios turcos en Ankara, que proseguirá hoy, con el fin de buscar una salida a la crisis que impida la escalada armada.

Sin petróleo

Turquía se mostró insatisfecha con las propuestas presentadas ayer por la comitiva de Bagdad, que calificó de insuficientes para lograr las metas requeridas, que son la salida de los combatientes del PKK de Irak, la extradición a Turquía de sus dirigentes y la destrucción de sus bases y la desarticulación del apoyo logístico a este grupo, catalogado como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

Por su parte, Irak también hizo demostración de fuerza ayer. El portavoz del Parlamento, Mahmud al-Mashhadani, advirtió a Turquía de que su Gobierno podría cortar los suministros de petróleo desde el norte del país hasta Ankara.

Las declaraciones de Al-Mashhadani se produjeron un día después de que los poderes más influyentes de Turquía acordasen recomendar al Gobierno que tome medidas económicas para forzar la cooperación de los iraquíes contra los rebeldes kurdos. «No pueden presionar al norte de Irak», alegó Al-Mashhadani en Damasco, la capital siria. «Irak es un país rico y cortaremos el oleoducto de Ceyhan», añadió.