La Conferencia de Darfur, «sin salida»
La delegación gubernamental sudanesa ha informado al abrirse el encuentro que declarará unilateralmente un alto el fuego para contribuir a la pacificación
TÚNEZ Actualizado: GuardarEl líder libio, Muamar el Gadafi, ha declarado que sin la participación de todos los movimientos rebeldes sudaneses, la conferencia de paz sobre el Darfur sudanés iniciada hoy en la localidad libia de Sirte está condenada al fracaso.
En un discurso pronunciado durante el acto de apertura de la reunión, Gadafi ha asegurado que los grupos rebeldes que han decidido no participar en la misma "por su desobediencia nos mueven a decir que la conferencia no tiene salida". "Sin ellos no se puede hacer la paz", ha subrayado en referencia a la ausencia de los dos principales grupos rebeldes de Darfur, el Movimiento para la justicia y la igualdad (MJI) y el Movimiento de liberación del Sudán (MLS).
Los jefes de estas dos organizaciones, que representan la mayoria de los disidentes al régimen de Jartum, Khaled Ibrahim y Abdelwahab Nur, han justificado el boicot aludiendo a las "presiones" a que habrían estado sometidos y señalando que no les parecía que la conferencia de Sirte fuese representativa.
Sudán se abre al encuentro
Pese a ello, la delegación gubernamental sudanesa ha informado al abrirse el encuentro que declarará unilateralmente un alto el fuego para contribuir a la pacificación de la conflictiva provincia donde desde 2003 existe una guerra civil entre las fuerzas de Jartum apoyadas por milicias árabes y los grupos rebeldes.
Los seis grupos rebeldes que asisten a la conferencia son cuatro facciones disidentes del MLS y del MJI, junto al llamado Movimiento nacional para la reforma y el desarrollo (MNRD) y el denominado Frente de las fuerzas revolucionarias unidas (FFR). Todos ellos tienen un peso muy inferior a los movimientos históricos de la rebelión sudanesa, el MJI y el MLS.
Estos dos movimientos rebeldes reclaman de Jartum un "reparto equitativo" de las riquezas del Darfur y acusan al presidente sudanés Bachir de ser el instigador de las matanzas de civiles a través de las milicias árabes "Yanyauid" que se han unido al ejército gubernamental.
Los antecedentes
El MJI y el MLS firmaron en abril de 2004 un alto el fuego con el Gobierno sudanés, pero éste nunca fue respetado, por lo que el anuncio hecho hoy en Sirte por Sudán corre también el riesgo de no verse materializado. El conflicto que se ha cobrado ya más de 200.000 muertos y unos dos millones y medio de refugiados se inició en febrero de 2003 cuando unidades rebeldes tomaron el control del norte de la región enfrentándose a las fuerzas gubernamentales.
En agosto de ese año la Unión Africana envió a Darfur la avanzada de un contingente de unos 7000 militares para proteger a los refugiados y contener el conflicto dentro de las fronteras sudanesas. El 29 de septiembre pasado una columna militar procedente de las filas rebeldes atacó una de las bases de esta fuerza de paz de la UA con el resultado de diez soldados muertos, ocho heridos y cuarenta desaparecidos. A raíz de ese asalto, gubernamentales y rebeldes se han acusado mutuamente de haberlo organizado para internacionalizar el conflicto.
Gadafi, por su lado, ha formulado la misma acusación contra los jefes rebeldes estimando que el conflicto es una simple trama tribal que puede ser resuelta por los africanos sin intervención extranjera.
La ONU y la UA se proponen enviar a Darfur antes de fines de año una fuerza de paz de unos 26.000 hombres encargada de reemplazar a las unidades de la organización africana, mal equipadas y hasta ahora incapaces de poder presionar a las partes en conflicto para que acepten el cese de las hostilidades.