«El sacrificio que hago no tiene ninguna importancia para mí»

-¿Cómo ha arrancado esta temporada?

-Mejor que el año pasado. Llevo 12 goles, contando con la pretemporada, y las cosas me están saliendo bastante bien.

-Se ha convertido en uno de los pilares básicos del Safa San Luis, un equipo del que han salido futbolistas de la talla de Joaquín...

-La verdad es que estoy muy contento del trato que me están dando en el Safa, tanto en lo deportivo como en lo personal. Se han portado muy bien y se preocupan siempre de mi situación, ya que yo tengo que desplazarme cada día desde Barbate hasta El Puerto. De hecho, Manolo Paz, el padre de Abraham Paz, ya me ha subido algunas veces con el cadete para que me acostumbre.

-¿Es duro tener que hacer tantos kilómetros cada día para poder entrenar?

-Para mí el sacrificio que hago no tiene ninguna importancia. Gracias a mi familia, que me llevan siempre y se preocupan por mí, puedo hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol.

-¿Cómo definiría su juego?

-Tengo buena pegada y velocidad, aunque ahora estoy usando también la fuerza para jugar.

-Destaca su habilidad de cara a portería...

-Sí, la verdad es que suelo marcar bastantes goles. En benjamín de segundo año marqué 45, en alevín de primero 26, en alevín de segundo 69, el año pasado en infantil de primer año metí 8 y éste llevo 12 por ahora.

-¿Cuál ha sido su mejor momento?

-El año de alevín de segundo. Fue un año histórico porque metí 69 goles y fue pichichi, jugamos la liguilla de ascenso y fui con la selección de La Janda. Todo lo que un niño de mi edad puede pedir.

-¿Cómo le descubrió Sebastián Herrera?

-Me vio en unas pruebas en el Cuvillo y le gusté. Habló con mi padre y le propuso que jugara en Primera, para que siguiera mejorando. También estoy con Juan Pablo Cala. Son grandes entrenadores y mejores personas.