CRÍTICA DE TV

Venganza

Me parece que es a Choderlos de Laclos, el autor de Las amistades peligrosas, a quien se atribuye la frase de que la venganza es un plato que se sirve frío. O sea, que cuando de verdad degusta uno la venganza de un agravio es cuando ya ha pasado mucho tiempo y el ofensor no espera recibir un navajazo de vuelta. Esto es lo que deben pensar ahora en Antena 3 después de que Pepa y Avelino (Marisa Porcel y Pepe Ruiz), los hostiles abuelos de Escenas de matrimonio, hayan desertado de Telecinco para enrolarse en la bandera de San Sebastián de los Reyes.

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Conviene hacer la genealogía de la jugada: primero, Antena 3 tuvo un producto de Moreno que se llamó Aquí no hay quien viva y que rompió índices de audiencia; después, Telecinco abdujo a Moreno y dejó a Antena 3 compuesta y sin su serie estrella; más tarde, con el enemigo caído, Telecinco rompió a emitir una versión actualizada de Aquí no hay quien viva que se llamó La que se avecina y que estuvo lejos de triunfar, pero, en cualquier caso, la operación ya había surtido su efecto al perforar la línea de flotación de Antena 3; más recientemente, Telecinco logró sacar rentabilidad plena a la operación Moreno con esta otra reactualización que es Escenas de matrimonio, reencarnación de aquellos viejos gags que emitió TVE 1 y que aquí, en Telecinco, han logrado sembrar de sal la apertura del 'prime time' de las cadenas rivales; ahora, penúltimo episodio de esta batalla de saurios, Antena 3 lanza un inesperado navajazo sobre los ijares de Telecinco contratando a los actores principales del producto revelación de la temporada.

Por supuesto, huelga cualquier reproche de tipo ético en la operación. O sea que los actores, Marisa Porcel y Avelino Ruiz, actúan correctamente al irse con quien más les paga y Antena 3, por su parte, no hace nada punible al devolver la afrenta al eterno rival. En Telecinco dicen, con el aire de quien intenta mantener la compostura después de haber caído de culo en un charco de alquitrán, que no pasa nada, porque el éxito de Escenas de matrimonio no se basa en los actores, sino «en el formato».