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Las víctimas del genocidio sumen al teatro Campoamor en un emotivo silencio
Por primera vez en los veintisiete años de historia de los Premios Príncipe de Asturias el Teatro Campoamor de Oviedo se ha quedado en silencio, durante un minuto
OVIEDO Actualizado: GuardarPor primera vez en los veintisiete años de historia de los Premios Príncipe de Asturias el Teatro Campoamor de Oviedo se ha quedado en silencio, durante un minuto, para rendir homenaje a los seis millones de judíos que murieron por el genocidio nazi.
En ese momento, en el escenario del coliseo agradecían el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia el presidente del directorio del Museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén, Avner Shalen, otros dos responsables de la institución y nueve supervivientes del Holocausto.
El público puesto en pie, al igual que Don Felipe, Doña Letizia, y la Reina -que ha seguido la ceremonia desde un palco- y las autoridades, han aplaudido prolongadamente a los supervivientes, en una ovación sólo comparable a la que recibieron en 1990 los integrantes de la Comunidad Sefardí que también fueron distinguidos con el Premio a la Concordia.
Algunos de esos hoy ancianos, que en aquellos día de guerra eran tan sólo unos niños en los que se cebaron los peores instintos del ser humano, han tenido que ser ayudados para poder acercarse hasta la mesa presidencial para saludar a los Príncipes. Después, juntos y con las manos unidas, se han acercado hasta el borde del escenario para agradecer el galardón y ha sido en ese momento cuando los invitados han atronado el teatro con sus aplausos. Era el último galardón que se entregaba y la espontánea reacción de los asistentes no se hizo esperar.
El derecho de la dignidad humana
Minutos después, ha sido el Príncipe de Asturias quien, en su discurso, ha solicitado que se transmita a las generaciones venideras el derecho a la dignidad humana "para que nunca jamás puedan repetirse tan atroces crímenes, para que juntos desterremos de la faz de la tierra, para siempre, la opresión, el odio, el racismo, la intolerancia y el desprecio a la vida".
Hasta el momento en el que los supervivientes de la masacre han recogido su diploma, el acto de entrega de los Premios se había desarrollado con toda normalidad aunque, unos diez minutos antes de comenzar, la explosión de una bombilla de una de las lámparas del teatro ha causado cierta incertidumbre durante unos segundos, sin que haya causado daño alguno.
En esta ocasión todos los galardonados cumplieron con el protocolo de saludar a la Reina y a los Príncipes antes de acercarse a por su galardón, un diploma y una escultura de Joan Miró, aunque a la hora de agradecer los aplausos de los invitados, el único que se quedó a medio camino hasta el patio de butacas fue el ex presidente estadounidense Al Gore, Premio a la Cooperación Internacional.
La Reina en el palco
La Reina siguió, como acostumbra, desde un palco del lateral derecho del escenario el desarrollo del acto y cuando ha hablado en hebreo el Premio de las Letras, Amos Oz -que en español ha dicho que traía "un mensaje de paz de un pueblo ansioso de paz"-, Doña Sofía ha leído el discurso, en lugar de recurrir a un traductor.
En el vestíbulo del Campoamor y antes de comenzar el acto autoridades nacionales, como los presidentes del Congreso, Manuel Marín, del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y los ministros de Exteriores, Educación y Cultura conversaron animádamente con el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, integrantes de otros partidos, de la Universidad, de la empresa o la comunicación.
La ceremonia, que comenzó con la interpretación por parte de un grupo de la Banda de Gaitas de Oviedo del Himno Nacional, terminó con el de Asturias, antes de que los galardonados, escoltados por los propios músicos, salieran por el pasillo central del Campoamor.
Mañana Don Felipe y Doña Letizia pondrán fin a su estancia de cuatro días en el Principado con una visita a Moreda, elegido este año como Pueblo Ejemplar de Asturias.