No sólo hay que hacer caja
San Fernando se sumerge un un mundo lleno de deudas municipales. Las arcas del Consistorio andan más secas que la mojama barbateña y encima la Junta se descuelga con el aviso de que sólo tiene que pagar la mitad de la reforma del propio Ayuntamiento. Las celebraciones del Bicentenario del 1810 urge, a solo dos años vista, que la limpieza de cara de uno de los municipios más poblados de la provincia debe ser rápida y consecuente con el cariz de la fecha. Además reuniones internacionales como los Campeonatos Iberoamericanos también alzará a la Isla en el centro de interés internacional.
Actualizado:La gran preocupación de sus regidores es conseguir, no sólo la aceptación popular de todas las medidas, sino la financiación de cada uno de los proyectos previstos. Subir el IBI el 6%, al igual que todas las tasas municipales es un ejemplo de la carencia de ideas originales de los rectores municipales. Lo fácil es subir impuestos, así como el lanzar a los agentes municipales a la caza y captura de imprudentes conductores que aparcan mal, no pagan la ORA, e incluso que cruzan la calle por el lugar no indicado. Han tocado la trompeta del arrebato (no confundir con el creador del himno del centenario sevillista) y toca captar euros de dónde y cómo sea.
Uno, que ha visto muchas movidas como esta, no le importaría ser un pagano más si además de reformar el castillo de San Romualdo, paseara por las calles limpias de mierdas de perro, agentes junto a los colegios en las horas de entradas y salidas de los escolares y mejoras en las atenciones a nuestros mayores. No sólo hay que blanquear la ciudad, porque si se rasca lo normal es que vuelva a salir la roña.