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El Foro | Tragedias de cada día, por Ángel M. Gutiérrez

ÁNGEL M. GUTIÉRREZ |
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Hay días que uno siente que nunca pasa nada…». Así cantaba el desaparecido Hilario Camacho. En nuestra cotidianeidad un día puede parecernos una rutina mil veces conocida. Pero a cada golpe del segundero ocurren cosas a nuestro alrededor y nosotros permanecemos ajenos. No es que seamos todos unos egoístas al pensar sólo en nuestra vida y circunstancias pero tendríamos que ser conscientes de la locura de la vida. Saber que hace unos días asesinaron a un taxista de origen argentino en Madrid para llevarse un botín de 40 euros. Saber que un chico de 21 años con antecedentes policiales agredió y vejó a una chica en el metro de Barcelona por el simple hecho de ser emigrante. Saber que una niña de 20 meses murió en el coche de su padre porque a éste se le olvidó que no la había llevado a la guardería. Saber que una madre desaparece presa de un ataque de nervios tras presenciar como su pequeña caía desde una altura de cinco pisos y que dos días después es encontrada muerta. Son sólo algunos sucesos nacionales de esta semana. Siempre han ocurrido hechos luctuosos y siempre ocurrirán. Las tragedias humanas son el pan nuestro de cada día en el primer, en el segundo y en el tercer mundo. Puede que usted piense que quizá sea mejor no enterarse de tantas y tantas noticias tristes. Puede que piense que ya tiene suficiente con su propia película, porque no puede hacer nada salvo lamentar los dramas del mundo y compadecer a las víctimas. Pues sí puede hacer algo: intentar ser feliz cada día. Disfrutar de esas pequeñas cosas que no tienen nada que ver con lo material. Procurar disponer de más tiempo para compartir con todos aquellos a los que quiere. El segundero no descansa jamás. Malgastar nuestro valioso tiempo en pamplinas, trabajando a destajo para ganar más y tener un coche y una casa más grande es también una tragedia. No deberíamos olvidar nunca que «El tiempo es muy corto…», como diría el amigo, Andrés Calamaro.