TRIBUNA

Ahora, Jerez entre todos

La aprobación inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística, que acabamos de acordar en el Pleno de la Corporación municipal, es ante todo un punto de partida y una invitación al ejercicio de la corresponsabilidad que ya enuncié en mi discurso de investidura como eje central del presente mandato.

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Tenemos ante nosotros un Plan que ya goza del principal de los consensos: el que el Gobierno local alcanzó con la ciudadanía en las pasadas elecciones municipales, cuando miles de jerezanos y jerezanas respaldaron abrumadoramente el proyecto de Ciudad que defendemos quienes hoy tenemos la alta responsabilidad de gobernar Jerez.

Ese proyecto de ciudad se plasma, en todos sus extremos, en la letra y el espíritu, en el nuevo PGOU. Pero el Plan es un punto de partida porque, a partir de este importante primer trámite plenario, quedará en manos de la ciudadanía y las organizaciones que la representan. Lo que ha salido del Pleno es la propuesta que hace el Gobierno local de cómo entendemos que debe ser el desarrollo integral de Jerez en los próximos años.

Y no hablamos de ladrillos, ni de intereses particulares que, por muy legítimos que puedan ser, deben estar subordinados al supremo interés general. No es éste el debate que el Gobierno propone a Jerez.

Hablamos de viviendas para todos a precios asequibles, de suelo productivo sobre el que crear empresas y puestos de trabajo, para que los jerezanos y las jerezanas puedan desarrollar sus proyectos de vida en las mejores condiciones.

Hablamos de equipamientos públicos y zonas verdes al servicio del bienestar social de la población.

Hablamos de sostenibilidad medioambiental y de mejorar la movilidad como instrumentos clave para hacer de Jerez una ciudad cada vez más habitable. Hablamos de reforzar la capitalidad de Jerez como centro logístico y de comunicaciones de la provincia y de Andalucía Occidental.

Hablamos de dotar a nuestras pedanías y barriadas rurales de los equipamientos y servicios que les permitan desarrollarse como entidades propias e integrarse plenamente en el progreso global del municipio.

Hablamos de cómo conciliar los legítimos intereses de los agentes implicados en el desarrollo urbanístico del municipio con las necesidades y aspiraciones reales del conjunto de la población.

En definitiva, hablamos de cómo queremos que sea el Jerez del futuro. De cómo mejorar Jerez.

Y decía al principio que la aprobación inicial del PGOU es también una invitación al ejercicio del principio de corresponsabilidad ciudadana en los asuntos públicos.

La sociedad jerezana goza hoy día de la existencia de numerosas organizaciones de todo tipo, que desarrollan una saludable y democrática actividad crítica y reivindicativa ante las carencias y necesidades que aún presenta Jerez y que este Plan pretende solucionar. Esto es bueno y necesario, pero ahora entramos en un nuevo escenario: el de la participación.

Es el momento de que todos los agentes económicos y las organizaciones que articulan la sociedad civil aprovechen la invitación del Gobierno para hacer valer sus aportaciones, sus sugerencias, sus propuestas y sus alegaciones al documento que colocamos en la plaza pública.

No se trata de criticar lo que no guste de esta propuesta, sino de decir cómo quieren que sea, en qué quieren cambiarla, de qué forma podemos enriquecerla. Reitero pues aquí mi invitación al más esencial de los principios democráticos: el de la corresponsabilidad.

La Ciudad nos pertenece a todos pues todos la hacemos posible con nuestro quehacer diario. Ahora tenemos además la ocasión de hacer nuestra no ya la Ciudad del presente, sino el Jerez del futuro. Queremos construir Jerez entre todos, y no hay para ello mejor instrumento a nuestro alcance que el Plan.

Jerez se dispone a mudar la piel para que afloren definitivamente las ansias de progreso, bienestar y desarrollo que viene larvando en su interior gracias al espíritu emprendedor y entusiasta de los jerezanos y las jerezanas.

Confío vivamente en que esta invitación sincera a la corresponsabilidad sea entendida y atendida también por el conjunto de los integrantes de la Corporación municipal, a quienes de nuevo invito a sumarse a esta ilusionante empresa de construir Ciudad.

Es una responsabilidad compartida que nadie debería eludir porque es lo que esperan de nosotros quienes nos dieron su confianza para representarles.