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PRESENTADOR. Alberto Contador fue el encargado de mostrar el recorrido. / EFE
CICLISMO

El Tour de Francia no garantiza a Alberto Contador la defensa de su título

Astaná también tendrá que mostrar sangre limpia para correr la edición de 2008, presentada ayer con menos contrarreloj y sin bonificaciones en las líneas de meta

FERNANDO ITURRIBARRIA
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La organización del Tour no garantiza a Alberto Contador la defensa de su título el año que viene. En la presentación ayer en París de la edición de 2008, los responsables de la carrera francesa dejaron claro que el criterio de selección será el sometimiento de equipos y corredores al pasaporte biológico individualizado. Privada de bonificaciones y de prólogo, la prueba innova con el recorte de un tercio del kilometraje contra el reloj, la disminución de la alta montaña y la concentración de las dificultades en la última semana, con la etapa reina en los Alpes a cuatro días del final en París.

«Ningún equipo puede decirse que goza de un derecho de participación», respondió Christian Prudhomme, director del Tour de Francia, a una pregunta sobre el equipo Astana, que abandonó la edición de este año tras la exclusión por dopaje mediante transfusiones homólogas de Alexandre Vinokourov. «No formamos parte del Pro-Tour y por tanto no estaremos obligados a seleccionar a todos sus equipos», advirtió antes de enfatizar que Michael Rasmussen, sin equipo desde su espantada de kukio, «no será bienvenido».

«El vencedor del Tour, normalmente, debe estar en la salida de la carrera, pero eso no depende de mí», declaró por su parte Alain Gallopin, el nuevo director deportivo del Astana, que ha fichado a Contador. «Vamos a hacer un programa sin el Tour y otro con el Tour. Nos corresponde ser creíbles sobre lo que vamos a hacer. El Tour figura como nuestro primer objetivo, pero en el caso de que no nos cojan tenemos soluciones de recambio», añadió.

El Tour de la limpìeza de sangre, cuyo cartel anunciador es un corazón inscrito en el asfalto, se correrá del 5 al 27 de julio entre Brest (Bretaña) y la parisiense avenida de los Campos Elíseos. Serán 3.554 kilómetros, de los que sólo 82 se disputarán contrarreloj, menos que nunca. No habrá crono por equipos, ni mucho menos cronoescalada. Ni tan siquiera prólogo, por primera vez desde la instauración del aperitivo en 1967. La primera etapa, en línea, acabará en la cota de Cadoudal, una pendiente de dos kiómetros.

El trazado presenta cuatro llegadas en alto. Una en el Macizo Central, otra en la estación pirenaica de Hautacam y dos en los Alpes: en Prato Nevoso (Italia) y el mítico Alpe d'Huez, broche de la etapa reina con el Galibier y la Croix de Fer en la hoja de ruta. También es alpino el techo de la carrera, situado a 2.802 metros de altitud en el puerto de Bonette-Restefond, por la carretera más alta de Europa.

Dificultades repartidas

En total hay una etapa montañosa y dos cumbres de categoría especial menos que este año. Pero las dificultades están mejor repartidas por un recorrido accidentado por cuatro etapas de media montaña.

La organización también ha suprimido todas las bonificaciones con la pretensión de incentivar el interés en el primer tercio de la prueba, paraíso tradicional de los llegadores. «Hasta la primera contrarreloj de Cholet, en la cuarta etapa, el maillot amarillo puede ser que se juegue por puestos. Estoy convencido de que el ciclismo va a recobrar su romanticismo y para ello hay que huir de los escenarios inamovibles», argumentó el director del Tour.

El objetivo de la maniobra es evitar el dominio opresivo por un solo equipo y una carrera con la película escrita por adelantado. «Si un corredor coge el maillot amarillo el primer día, tendrá que defenderlo. Sin bonficiación, tendrá que estar bien colocado en la llegada para seguir de líder. Esto implica una nueva táctica, un nuevo método y una nueva estrategia», analizó Jean François Pescheux, director de servicios deportivos en la prueba. «Hasta ahora los corredores reconocían el recorrido, sabían los lugares donde se iba a jugar el Tour, seleccionabam tres lugares cruciales y se acabó. Hoy el objetivo es que todo se juegue en cada etapa, que todos los días se pueda ganar o perder el Tour de Francia», concluyó.