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OFENSIVA. Un soldado turco monta guardia en una región montañosa fronteriza con Irak. / EFE
MUNDO

Turquía abre la opción militar contra los kurdos con bombardeos en territorio iraquí

El Ejecutivo de Erdogan minimiza los ataques y amenaza con sanciones económicas contra los grupos afines al PKK

ENRIQUE SERBETO
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Enviando más carros de combate y transporte de tropas en dirección a la frontera con Irak y con bombardeos selectivos con helicópteros y aviación contra algunas posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), las autoridades turcas mantienen abierta la opción militar. Sin embargo, por ahora la diplomacia sigue siendo el camino privilegiado por el primer ministro otomano, Tayip Erdogan.

En la reunión que celebró ayer el Consejo Nacional de Seguridad, el órgano más poderoso del sistema turco formado por el presidente de la República, el presidente del Gobierno y la cúpula militar, lo que se acordó fue lanzar no un ataque contra territorio iraquí, sino todo lo contrario: se amenaza con sanciones económicas «contra los grupos kurdos que sostienen directa o indirectamente la organización separatista».

Eso no quiere decir que los militares turcos hayan estado de brazos cruzados. La agencia oficial Anatolia comunicó ayer que se habían producido ataques con helicópteros Cobra y cazambombarderos F-16 de la base de Diyarbakir contra objetivos dentro de territorio turco en la zona próxima a la frontera, y algunos también dentro de territorio iraquí.

Fiesta de la República

La población turca se dispone a celebrar la Fiesta de la República, una de las ocasiones de mayor exaltación patriótica, en este ambiente en el que todos juegan a la ruleta rusa, desde los terroristas del PKK a los dirigentes turcos, que excitan los bajos instintos de la sociedad con manifestaciones de repudio que acaban quemando tiendas de ciudadanos kurdos, como los militares que podrían implicar a su país en el conflicto de Oriente Próximo, del que hasta ahora había sabido permanecer al margen.

Hoy está previsto que llegue a Ankara una delegación iraquí para seguir las conversaciones que se centrarán muy probablemente en las garantías que pueden dar las autoridades de Bagdad y de la región autónoma del Kurdistán para que los terroristas del PKK sean eficazmente controlados y no pase como en ocasiones anteriores, que se les cerraban sus oficinas y estos las volvían a abrir al poco tiempo. Turquía suministra electricidad al Kurdistán iraquí y representa su principal puerta de entrada de mercancías. Al revés, cerrar la frontera sería una catástrofe económica de la que los primeros perjudicados serían los kurdos del lado turco.

Pero al margen de lo que haya dicho el Consejo Nacional de Seguridad, la verdad es que en estos momentos el vecino con el que Turquía tiene frontera al sureste no es sólo Irak, sino Estados Unidos. El próximo 5 de noviembre se reunirán en Washington Erdogan y el presidente norteamericano, George W. Bush. No hay que hacer muchas cábalas para adivinar que se hablará tanto del Kurdistán como de la cuestión armenia, que es tanto o más importante para Ankara.