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APOYO. Zapatero y De la Vega felicitan a Solbes tras lograr los votos para evitar las enmiendas. / EFE
ESPAÑA

Los Presupuestos pasan su primera reválida con menos apuros de los previstos

El Gobierno logra sacar adelante las cuentas con el voto de los nacionalistas, dos tránsfugas y un diputado del PP que se equivocó, y la abstención de ICV Los populares acusan al Ejecutivo de «tirar de chequera» por electoralismo

J. A. BRAVO
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Los Presupuestos de 2008, los últimos de la legislatura, pasaron ayer su primera reválida parlamentaria en el Pleno del Congreso de los Diputados, y lo hicieron con alguna dificultad menos para el Gobierno de las que se preveían días atrás. Las negociaciones de última hora que apuró el PSOE no permitieron retirar alguna de las seis enmiendas a la totalidad presentadas por PP, CiU, ERC, IU, CC y EA, pero al menos sí reforzaron su bloque. Los socialistas (incluidos Los Verdes) lograron los apoyos del PNV, el BNG y la Chunta Aragonesista, junto a los de los dos tránsfugas, uno de los nacionalistas canarios y otro de los populares. El resultado final de la votación fue de 168 diputados a favor de los vetos y 177 en contra -incluido un miembro del PP que se equivocó-, con una abstención de ICV, disconforme con la postura de IU.

La controversia sobre lo acertado o no de las previsiones macroeconómicas del Ejecutivo centró buena parte de las distintas intervenciones. Consciente de que esto podía ocurrir, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, inició su discurso con un reconocimiento. «Los riesgos existentes, a los que se añaden las turbulencias financieras de los últimos meses, evidentemente son mayores y más orientados a la baja que cuando hicimos nuestras previsiones en junio», dijo, si bien añadió que aunque el crecimiento final en 2008 se situase «alguna décima» por debajo de lo esperado (3,3%) «estaríamos en cualquier caso en el entorno del 3%».

Y es que el ministro de Economía y Hacienda insistió en que los «márgenes de seguridad existentes en el Presupuesto son insuficientes», tanto que en su opinión el superávit previsto (1,15% en términos de producto interior bruto, PIB) «se cumplirá sin dificultad». Solbes defendió que la economía española no sólo está ahora «en mucha mejor situación» que cuando el PSOE llegó a La Moncloa en 2004, sino que también «está más preparada para afrontar los retos del futuro..., con una capacidad de generar riqueza claramente ampliada» tras una legislatura de reformas económicas «tranquilas y meditadas, evitando las medidas urgentes y el efectismo innecesario».

La respuesta más crítica al Gobierno -según Solbes, el principal responsable de «la bonanza económica española estos últimos años»- llegó de las filas del PP. Su líder, Mariano Rajoy, en un discurso de marcado carácter político, le acusó de «tirar de chequera para ocultar su fracaso, a falta de un proyecto ilusionante e ideas eficaces». En su opinión, las cuentas del próximo ejercicio incluyen medidas «propagandísticas» que sólo responden a «las necesidades electorales» del PSOE, lo que supone -enfatizó- «una indecencia por el uso partidista del dinero de todos los españoles». Asimismo, dijo que definen «dos Españas», con «ciudadanos de primera y de segunda».Su cruce de reproches con el vicepresidente, siempre educado, fue más ácido que en otras ocasiones.

En un tono más comedido en los adjetivos, aunque también severo en el contenido, CiU, ERC e IU-ICV coincidieron en la necesidad de mejorar el contenido social de los Presupuestos, con medidas de mayor incidencia y menos «shows mediáticos» que «no arreglan problemas» como el de la vivienda.