JORGE GARRIDO
ÁNGEL CARMONA DOMÍNGUEZ ENTRENADOR DEL CANASTA JEREZ 5 MINUTOS CON...

«Soy el primero que llega al pabellón y el último que se va»

Tras su paso por varios equipos, Ángel afronta su primera temporada en el Canasta como entrenador del equipo infantil y del júnior

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-¿Desde cuándo está ligado al mundo del baloncesto?

-Pues mis primeros recuerdos son con un balón de baloncesto, con dos o tres años, así que fíjate. Lo que pasa es que no sé de dónde me viene esa afición, porque a pesar de que mi familia es de deportistas, a ninguno le había dado por el baloncesto. Me gusta la dinámica de este deporte y el compañerismo.

-Lleva entrenando desde hace seis años.

-Sí, y me ha cundido, porque en este tiempo he conseguido llegar a seis campeonatos de Andalucía donde he conseguido un oro y una plata además de ser dos veces cuarto finalista.

-Lo que pasa es que llegó a los banquillos tras una grave lesión...

-Sí. Con 25 años tuve una rotura de ligamentos y como además soy profesor de Educación Física, y de esto vivo, decidí dejar de jugar para evitar males mayores.

-¿Y con qué se queda? ¿Con su etapa de jugador o de entrenador?

-Sin duda con mi etapa de jugador. Ser entrenador es muy sufrido, tienes mucho trabajo. Ser jugador es más divertido y, además, si las cosas van mal, siempre puedes echarle las culpas al entrenador (risas).

-¿Cómo se define como entrenador?

- Soy muy trabajador. Le echo muchas horas a mi trabajo. Soy el primero que llega al pabellón y el último que se va.

-¿Qué les inculca a sus jugadores?

- Que esto es un deporte de equipo y, por ello, tienen que tener en cuenta que todos y cada uno de ellos son importantes y que todos tienen su espacio en el equipo.

-Hace poco, uno de sus jugadores, Paco García, se lesionó de gravedad. ¿Le recordó a su lesión?

- Sí. Cada vez que vives una lesión te das cuenta de que esta es la parte mala del deporte. Y lo dice uno que tiene tres operaciones de rodilla. Cuando ves una lesión in situ o por la tele se me coge un pellizco en el estómago, porque sabes lo que se siente. Y eso mismo me pasó cuando se lesionó Paco.