El botón de la discordia

¿Nueva leyenda urbana? El Mundial de F-1 más apasionante de las últimas décadas no quiere dar carpetazo a su actualidad. Ayer, internet hervía con la supuesta confesión de Lewis Hamilton. Se declaró culpable del parón de su McLaren-Mercedes por activar un botón más de la cuenta. En concreto, el piloto inglés dijo que los nervios le hicieron «activar el sistema de reseteado del coche», el dispositivo que anula todas las funciones electrónicas para recargarlas de nuevo en base a su programación inicial.

Las versiones digitales de todos los diarios del mundo, las páginas web especializadas, consumieron al instante tal revelación. Si es que existió, dado que fue atribuida a al rotativo canadiense La Presse, cuya oferta digital no destacaba ayer dicha información. Sería, cuando menos extraño, que hamilton hubiera elegido tal canal para una primicia de ese volumen de interés mediático. Según las mismas fuentes citadas, Ron Dennis habría desmentido a su cachorro diciendo que «no hubo nada en la actuación de Lewis a lo que se pueda achacar el problema que tuvo su coche».

Los nuevos volantes de los coches de Fórmula 1 son en sí pequeños ordenadores, consolas con profusión de mandos, ruedas y testigos. La extrañeza causada por la noticia es lógica, dado que los equipos deben prever algún posible fallo humano y por ello los dispositivos que afecten al funcionamiento o no del coche deben contar con cortafuegos o algún tipo de seguro que impida su ejecución inmediata. En el caso de McLaren-Mercedes, según la información técnica suministrada por el propio equipo al comienzo de la temporada 2007, existen dos botones coloreados en verde en ambos extremos superiores del mando que, convenientemente manipulados, permiten acceder a la totalidad de menús incluidos en el software del coche. Teóricamente, sería necesario buscar la opción de reseteado -lo que forzaría varias manipulaciones- y dar el visto bueno mediante el dispositivo rojo que se ubica junto al logo de Mercedes.

Marc Gené no se lo cree

Marc Gené mostró su extrañeza a la versión supuestamente apuntada por Lewis Hamilton. El piloto barcelonés, probador de Ferrari, dijo que «en Ferrari y Williams, que son los volantes que mejor conozco, lo que se ha dicho sería imposible. El sistema para hacer un reseteado es mucho más complejo y ni siquiera los mecanismos para hacerlo están en el frontal del volante. En el caso de Ferrari, lo tienes que buscar en la zona posterior, tras los cambios. Es algo tan grave que no puedes exponerte a que suceda por accidente. Te explican que se mando está ahí y posiblemente no lo tocarás nunca. Desde luego, en los coches de F-1 que yo he pilotado, sería imposible resetear el coche por error o accidente».