Más de medio millón de desalojados por el fuego en California
Las autoridades advierten de la extrema contaminación del aire en los puntos del Condado más afectados por los incendios
MALIBÚActualizado:La costa sur de California , entre Los Ángeles y San Diego, se ha convertido en una lengua de fuego por el devastador incendio declarado el domingo, que ha arrasado ya más de 100.000 hectáreas y ha desalojado de sus casas a 513.000 personas. El presidente de EEUU, George W. Bush, ha declarado el estado de emergencia en los siete condados afectados, Los Angeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, Santa Barbara y Ventura.
Bush ha anunciado el envío urgente de ayuda federal para luchar contra el fuego, que se originó en Malibú, el área de Los Ángeles donde viven muchas de las celebridades de Hollywood. Las imágenes de los desalojos y las casas y bosques quemados estos días recuerdan el terrible incendio ocurrido en esta misma zona hace justo cuatro años, y que fue el peor de la historia de California , con 300.000 hectáreas quemadas y 17 fallecidos.
El propio alcalde de San Diego, Jerry Sanders, ha recordado hoy aquella catástrofe con el temor a que pueda incluso ser superada si el viento no amaina. Sanders ha dicho, alarmado, que las llamas avanzan sin control, a una velocidad de entre 10 y 15 kilómetros por hora, y que la meteorología sigue siendo impredecible.
El tiempo, en contra
Los vientos de más de 80 kilómetros por hora que azotan el sur de California son, junto a la sequía, los principales propagadores de los incendios. "Tenemos ante nosotros una situación muy peligrosa y además impredecible", ha dicho hoy el presidente del Consejo Municipal de San Diego, Ron Roberts. Ha añadido que existen "todos los ingredientes que se necesitan para una tormenta de fuego perfecta: las temperaturas más altas, los parajes más secos y los vientos más poderosos".
Por el momento, 300.000 personas han sido ya evacuadas ante el peligro de que sus casas sean pasto de las llamas, como ya ha ocurrido en varias zonas de San Diego y Los Ángeles. Según datos oficiales, unas 1.300 residencias han ardido ya, y otras 68.000 viviendas peligran por la cercanía de las llamas. A las personas que permanecen en sus casas, las autoridades les han pedido que reduzcan al máximo el consumo eléctrico, con objeto de evitar un colapso en el fluido, que está ya dañado por el fuego.
El alcalde ha destacado que, pese a la gravedad de la catástrofe, apenas se han producido daños personales, salvo una persona que falleció el domingo, y 41 heridos, entre ellos 25 bomberos. En la actualidad hay unos 16 focos activos e incontrolados, y trabajan unos 6.000 bomberos en las tareas de extinción, aunque el numero de agentes podría aumentar con la ayuda federal. El gobernador de California , Arnold Schwarzenegger, ha convocado el lunes a unos 1.500 agentes de la Guardia Nacional, incluidos 200 desde la frontera con México, para ayudar en las tareas de evacuación.
Ayuda para los damnificados
Las autoridades mantienen abiertos una veintena de refugios a lo largo de la zona afectada, entre ellos el estadio Qualcomm, en San Diego, donde se han alojado unos 10.000 vecinos de la ciudad, en una imagen que recuerda a los damnificados por el huracán Katrina, que en 2005 arrasó la costa del golfo de México y la ciudad de Nueva Orleans y causó más de 1.800 muertos.
El alcalde de San Diego ha pedido ayuda urgente para atender a los damnificados, especialmente ropa y comida, además de agua. El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Michael Chertoff, y el director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), David Paulison, han partido hoy hacia California con un cargamento de suministros, entre ellos 25.000 catres y mantas.
El Departamento de Agricultura se encargará de enviar agentes forestales, aviones cisterna y helicópteros para combatir el fuego desde el aire. Los residentes de Malibú han huido de sus casas con valiosas obras de arte, cajas repletas de fotos familiares y hasta una tortuga gigante como mascota, enseres y recuerdos que pretenden salvar del infierno de las llamas, que han destrozado unas 500 viviendas y 100 negocios.
Contaminación extrema en el aire
Las autoridades de Los Ángeles (EEUU) han advertido de la extrema contaminación del aire en los puntos del Condado más afectados por los incendios, y han recomendado a los vecinos que eviten salir al exterior de sus viviendas.
La Oficina de Salud del Condado de Los Ángeles ha informado de que el aire en las zonas de Santa Clarita, Malibu Canyon y Canyon Country, las más devastadas por el fuego, está contaminado con partículas en suspensión, humo y gases, lo que puede causar "problemas en la salud". "A pesar de los significativos esfuerzos realizados para contener los incendios, la calidad del aire en algunas zonas del Condado ha sido afectada adversamente por el fuego", ha explicado el director de la Oficina de la Salud, Jonathan E. Fielding.
"Las partículas en suspensión en el aire pueden tener un efecto adverso en la salud de algunos individuos especialmente sensibles. Estas personas deben evitar realizar actividades en el exterior de sus casas". En general, las autoridades sanitarias han recomendado a toda la población que eviten, en la medida de lo posible, permanecer mucho tiempo en zonas de exterior, con especial incidencia en los niños.
Pero la atención más especial se ha centrado en las personas que sufren enfermedades de corazón y respiratorias, como enfisemas y asma, así como en los ancianos. "Permanecer en recintos cerrados reduce, en cierta manera, la exposición al humo y el polvo, y poner los sistemas de aire acondicionado con puertas y ventanas cerradas es una buena idea", ha recomendado hoy el Departamento de salud.
Los famosos huyen de Malibú
La productora de televisión Patricia Clifford decidió acampar en su coche, aterrada por la fuerza del fuego por la noche. "No pego ojo desde el sábado. He dejado mi casa este lunes porque estaba muy asustada", dice. "Mi marido se quedó porque sabe lo que tiene que hacer cuando llegue el fuego", asegura, mientras muestra casi desde el mar su casa de tejado rojo, con una cortina de humo en las colinas de atrás y al menos tres hidroaviones sobrevolando la zona. "Me he llevado alguna ropa conmigo, las fotos de familia. Tengo dos hijos grandes en Nueva York que me pidieron que recoja los recuerdos de sus habitaciones", indica Clifford, antes de sacar de una de las bolsas un peluche ya gastado de uno de sus hijos.
Para Clifford el drama de los incendios es familiar después del devastador siniestro de 1993 en Malibú, que causó tres muertos, destruyó 400 casas y dejó pérdidas por valor de 375 millones de dólares (318 millones de euros). "Esta es mi segunda vez. Pero le he dicho a mi marido que es la última. En 1993 fue mucho peor, creí que entonces me iba a mudar".
Caminos sinuosos
Enid Zaslow, una psicóloga, asegura que ella y su marido también decidieron quedarse después de 1993 a pesar de los riesgos. El peligro se materializa en profundos cañones y caminos sinuosos que hacen que las llamas se propaguen rápidamente. "Aquí en Malibú siempre tenemos algún problema", relata Salow. "Dejé mi casa hace 10 minutos. Estoy preocupada esta vez. Decidí quedarme después de 1993 porque esto es muy lindo, es un pedazo de paraíso", indica con resignación.
Una mujer mayor que ha pedido permanecer en el anonimato tenía su vehículo lleno de antiguas obras de arte europeas y porcelana china. En el incendio de 1993 perdió toda su colección de arte cuando su casa se redujo a cenizas. "Perdí mi casa y toda mi colección de arte europeo en 1993", explica.
El exclusivo centro de rehabilitación Promises -famoso por haber tratado a estrellas como Britney Spears y Lindsay Lohan- también ha sido evacuado, según la página web TMZ.com que ha precisado que celebridades como Sean Penn, Olivia Newton-John, el director James Cameron, y la supermodelo Cindy Crawford están entre los damnificados por el incendio.