Cultura

Mujeres marginadas GERMÁN CORONA

Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, también conocido como Legom goza en México de un importante prestigio. Su afinada pluma ha valido para que sus obras se traduzcan a otros idiomas pues se trata de un teatro que es poco complaciente, más bien comprometido, que pone en entredicho sistemas y valores de nuestro tiempo. En 2002 Legom consigue una mención honorífica con Las chicas del tres y medio Floppies, obra seleccionada en 2003 para representar a México en el Drama-Fest de Gran Bretaña y que desde su estreno ha cosechado éxitos en importantes festivales de Europa y América.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La obra nos cuenta la historia de dos mujeres marginadas y marginales que malviven de las pocas oportunidades que les ofrece un antro de la peor calaña en un pueblo de pescadores: el tres y medio Floppies. Sin rumbo, sin futuro cierto y sin pasado al cual asirse, estás dos chicas se ven condenadas a entenderse y subsistir juntas pese a sus diferencias. Ellas, sin sospecharlo siquiera, son producto de un sistema del cual formamos parte todos y que termina consumiendo a los más ignorantes y débiles. El texto retrata muy bien la necesidad, ociosidad y pesadumbre de quienes sobreviven en la más absoluta precariedad. Desafortunadamente, su director John Tiffany no nos ayuda a acercarnos a esa dimensión social que pretende su autor. Es impactante, desde luego, el planteamiento escenográfico del principio con esa estructura cúbica que de golpe cae y se transforma en una habitación sin paredes y de un suelo impoluto que, paradojas de la lógica escénica, siempre está siendo limpiado por uno de los personajes. La obra está estilizada a tal punto que parece no tener concordancia con el texto. Hemos sido testigos de un montaje demasiado pulcro como para tratar de un mundo cada vez más oscuro y sucio. Da la impresión de que su director no tiene claro a lo que quiere referirse con esta obra, lo cual deja a las actrices como a los personajes: sin oportunidades. LA CRÍTICA