PROTECCIÓN. Vehículos militares evacuan soldados heridos. / AP
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Los rebeldes kurdos provocan al Gobierno de Ankara con una incursión que mató a 13 soldados

El Ejército otomano abate a 32 milicianos en el ataque de respuesta contra las posiciones del PKK en territorio turco

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«Espero que actuemos con calma, lejos de la agitación y a partir del sentido común», el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, convocó una reunión antiterrorista de emergencia para analizar la respuesta adecuada a la última ofensiva del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK) en la frontera iraquí, que acabó con la vida de trece soldados. De momento, sin embargo, según la reunión mantenida entre el ministro de Defensa, Veci Gonul, y el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, parece que las tropas turcas no van a iniciar una ofensiva al otro lado de su frontera. «La incursión no se realizará de forma inmediata, nos gustaría tomar la decisión de acuerdo con los estadounidenses», destacó Gonul tras la reunión celebrada en Kiev.

Los rebeldes del PKK tendieron una emboscada a un convoy del Ejército otomano en la madrugada del domingo y mataron a trece soldados e hirieron a otros doce en Yuksekova, una localidad de la provincia de Hakkari, en plena confluencia entre las fronteras turca, iraquí e iraní. Según la cadena CNN Turk, los milicianos atacaron con artillería pesada y destruyeron un puente por el que circulaban los vehículos militares. Muy cerca del lugar, hubo también un atentado contra un autobús en el que resultaron heridas catorce personas.

«El Ejército ha respondido duramente a los últimos ataques recibidos desde el norte de Irak», rezaba el comunicado de las Fuerzas Armadas otomanas, que en respuesta a la emboscada atacaron 63 «posibles posiciones» de los milicianos kurdos en suelo turco y acabaron con 32 combatientes.

El Ejército no informó de que sus tropas hubieran cruzado la frontera, ni de ataques contra posiciones rebeldes en Irak, pero la guardia fronteriza señaló que quince proyectiles impactaron contra diferentes aldeas kurdas del norte del país pérsico. No hubo que lamentar víctimas porque las autoridades locales, debido a la escalada de tensión de las últimas dos semanas, habían ordenado evacuar la zona. El coronel Hussein Rashid, de la guardia fronteriza, detalló que «el lugar bombardeado fue el monte Mateen». Una zona con presencia rebelde a menos de cincuenta kilómetros del lugar de la emboscada.

Solución dialogada

«Lamentamos profundamente la muerte de los soldados turcos y condenamos la acción del PKK. Cuanta más sangre haya, mayor será el problema. Hay que terminar con la violencia y buscar el acercamiento entre Ankara y el PKK para que firmen la paz. El diálogo es la única solución a este conflicto que dura ya veinte años». Masud Barzani, primer ministro del Gobierno regional del Kurdistán, se sumó a la condena elevada desde el Parlamento de Bagdad, pero no exigió a los milicianos que abandonaran sus posiciones en Irak. También Bush, censuró los ataques y pidió que cese la violencia.

En la capital iraquí el primer ministro Nuri al Maliki, convocó una reunión de urgencia de su Gabinete de seguridad tras conocer la noticia de la emboscada y aseguró que «estamos dando importantes pasos para acabar con las acciones terroristas del PKK».