La piel de Ubrique reorienta el negocio y centra sus ventas en los artículos de lujo
El sector genera y mantiene 4.000 empleos directos en toda la provincia El mercado de productos de baja calidad se da por perdido por los países asiáticos
Actualizado: GuardarEl sector de la piel nacional se enfrenta a uno de sus momentos de mayor incertidumbre, provocado por la competencia de los productos fabricados en los países con economías emergentes, generalmente asiáticos. Esta situación no es ajena a las empresas de la comunidad andaluza, la provincia y más en concreto de la Sierra.
Las diferencias de precios entre productos la generan el costo de la mano de obra en los países desarrollados, infinitamente superior a los países en vías de desarrollo, y los costes de las materias primas, de mucha mayor calidad en el producto nacional. Para entender la magnitud del problema hay que tener en cuenta que cuando un producto fabricado en China se pone a la venta en el mercado por un precio final de seis euros, a un empresario de la piel de la zona podría costarle unos 45 euros producirlo.
Esta situación ha provocado que los empresarios del sector se hayan visto obligados a ir remodelando sus negocios. Aunque esto no ha evitado que muchas empresas se hayan visto obligadas al cierre. En concreto, han abandonado los productos de calidad más baja, apostando por los de calidad media-alta o alta. Además, se tienen muy en cuenta cuestiones como la moda, el diseño y la innovación.
Una prueba de esta tendencia es que actualmente sólo el 3% de lo que se fabrica es un producto de gama baja de calidad, el 51% de media, el 28% de alta y el 18% de lujo. Esto ha provocado que los empresarios del sector hayan pasado de ser meros marroquineros que «siempre hacíamos las cosas del mismo modo y con la misma forma», apunta el propietario de Carla Sade, Andrés Ríos, a estar bebiendo constantemente de lo que generan las modas. De hecho, muchas son las empresas que están constantemente en contacto con pasarelas españolas, italianas o francesas.
En general, se han dejado de fabricar monederos o llaveros de calidad baja, para pasar a producir todo tipo de complementos de moda. Un ejemplo de ello es que se cuidan detalles como que los zapatos se hagan con las mismas piezas de piel que el bolso que le va a juego. Esta situación de dura competencia se preveía que «produjera mayor daño al sector que el que finalmente está produciendo», aseguran desde la Asociación Andaluza de Empresas de la Piel, Empiel. Indican que «este daño se ha visto amortizado gracias al trabajo del empresario que se ha adaptado a las condiciones del mercado».
Las empresas dedicadas al sector de la piel y el calzado generan en España unos 1.811 millones euros de negocio. De estos, un 30% se produce en las poblaciones de la provincia, cercanas a Ubrique. Por lo que se estima que estas empresas podrían mover unos 600 millones de euros al año. Además, generan y mantienen en torno a unos 4.000 puestos de trabajo, de los que una gran parte los ocupan mujeres.
El 30,5% del volumen del negocio lo generan los productos pequeños, conocidos como marroquineros; el 27,8% la comercialización de bolsos y el 41,7% restante los complementos y el resto de productos. Del total de la producción, el 80% se destina al mercado nacional y el 20% al internacional. Este último va creciendo en importancia, al ritmo que aumentan las exportaciones particulares de cada empresa. Los principales países de destino de este producto son, por orden de importancia, Francia, Portugal, Reino Unido, Japón, Estados Unidos y Alemania. Además crece el comercio con zonas como Italia, Bélgica, México y Suiza.
Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de empresas dedicadas al sector de la piel. En concreto, cuenta con 512, frente a las 457 de Valencia, las 303 de Cataluña y las 233 de Madrid. Además, el 92% de las empresas andaluzas se encuentran en la provincia de Cádiz. Dentro de la misma destacan las más de 340 que se ubican en Ubrique. También cuenta con un número importante de empresas la localidad de Prado del Rey, seguida, en menor medida, por El Bosque, Villamartín y Algar.
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