Mejor juego, mismo resultado
El Xerez pierde ante el líder de la categoría y vuelve a caer en los puestos de descenso Los hombres de Rondán no lograron sumar a pesar de ofrecer una mejor imagen
Actualizado:El Xerez entra en una situación cada vez más complicada. En este inicio de competición no ha sido capaz de ganar ni jugando bien -salvando la excepción del encuentro en El Ferrol ante el Racing- ni jugando mal. En La Rosaleda hubo treinta minutos de oro en los que el Deportivo encajó las piezas y realizó posiblemente el mejor fútbol que se les ha visto hasta la fecha en Liga.
Se controló el encuentro, se superó las circunstancias que se vivían en la grada y anuló a todo un Málaga que tuvo que ver como era superado con rotundidad en la zona ancha. Como ocurrió ante el Nástic, tampoco en esta ocasión se tuvo acierto de cara a puerta y las ocasiones se se fuero agotando. Por contra, al Málaga le bastó una para apuntalar y sentenciar el encuentro, pues recuerda a ese Xerez que avanzaba lanzado en los arranques ligueros de otras temporadas.
Y es que cuando no es el mal juego, es la mala suerte, y el Xerez no encontró la fortuna durante la primera parte del encuentro que disputó en La Rosaleda, ya que tras superar los cinco minutos del nervio escénico, los hombres de Miguel Ángel Rondán se hicieron dueños y señores del prado malagueño, que no del marcador.
El laboratorio de Miguel Ángel Rondán funcionó, pues el experimento de colocar un trivote en la zona ancha le permitió solapar durante muchos minutos el juego del Málaga. Samuel, Abel Aguilar y Jorge Luque encontraron la clave para que el Deportivo sonara como un acordeón, lograron que no se partiera por la mitad, aunque también es cierto que Yordi se quedaba ligeramente fuera de plano. Jorge Luque trató de demostrar que no siempre la línea recta es el camino más corto, y gracias a la elaboración del centrocampista cordobés -esta vez con libertad y con dos escuderos que guardaban su espalda por si le daba por perder el cuero- el Xerez comenzó a crear ocasiones de peligro.
Dominio azulino
Superado el primer cuarto de hora, de pronto acumuló tres llegadas a la portería de Goitia, por ninguna del Málaga al área que defendía Chema. Primero un fuerte derechazo de Carlos Calvo que sólo la madera pudo repeler -Goitia se quedó literalmente clavado-. Dos minutos más tarde Yordi remató a las manos del portero un saque de esquina puesto en movimiento por Luque y a la tercera tampoco llegó la vencida, pues el disparo que Samuel realizó desde la frontal del área tampoco encontró puerta. Se marchó rozando el palo de la portería que defendía el meta Goitia.
Reacción de Muñiz
El banquillo del Málaga se dio cuenta que estaban perdiendo la partida. El planteamiento de Rondán había sido bueno para tener el control de la situación y Muñiz decidió mover ficha cuando sólo se habían jugado 26 minutos de la primera parte. Los balones no estaban llegando a su delantera, por lo que le resultaba inútil tener a dos delanteros. Peragón fue el sacrificado para que Sandro saltara al rectángulo de juego.
El pequeño jugón debía devolverle la posesión de balón al Málaga y lo hizo más por empuje que por calidad. El medio centro malaguista se colocó por detrás de Hidalgo y puso la semilla del gol de los locales. Baha llegó desde atrás para recibir el pase de Sandro y disparar al puerta. Chema logró despejar con el pie, pero no lo suficiente como para impedir que Rossato remachara a gol. Tan injusto como cierto. El Málaga lograba ponerse por delante con una sola llegada peligrosa a la portería de Chema.
El escenario cambia, ya que el Xerez perdía, pero el guión se mantenía, al menos hasta el final de la primera parte pues el juego de los azulinos no varió. De hecho, Luque sacó un disparo desde la banda con el exterior que Goitia tuvo que sacar de la escuadra, y Verdés gozó de una falta en la frontal de área que se marchó muy alta.
En la segunda parte sí cambió el panorama. El Málaga saltó al prado con la clara intención de sentenciar el encuentro y a base de una fuerte presión y una alta intensidad, retrasó las líneas azulinas hasta acabar metiendo al Xerez en su propia área.
Rondán buscó la solución en Antoñito y Marco Navas, que saltaron en detrimento de Pedro Ríos y un Jorge Luque clarividente que firmó uno de sus mejores partidos de la temporada.
Las variaciones sobre el terreno de juego no dieron demasiado resultado, pero el cansancio comenzó a calar en el físico del Málaga y poco a poco dejó salir a los azulinos. El problema es que ya las fuerzas fallaban y la pólvora azulina -por mucho que Antoñito, Yordi y Míchel estuvieran en el rectángulo de juego- parecía totalmente mojada.
A pesar de los minutos que restaban por delante, el ánimo azulino no hacía pensar más que en el final de otro encuentro más que se acumulaba entre las derrotas xerecistas.
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