OBRAS. La aprobación de los planes de ordenación condiciona el crecimiento de los municipios.
Ciudadanos

El rompecabezas del ladrillo

La Ley de Ordenación Urbanística andaluza aprobada en 2002 obliga a muchos municipios a replantear sus planes

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

LOUA, PGOU, POTA... Detrás de estas siglas, ininteligibles para muchos, se encuentran algunos de los conceptos más importantes del urbanismo andaluz y en cuya ejecución u adaptación se encuentran 18 municipios de la provincia gaditana. La LOUA son las siglas que corresponden a la Ley 7/2002 de 17 de diciembre de Ordenación Urbanística de Andalucía, mientras que el POTA es el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, aprobado en 2005, que sirve de reglamento general para aplicar la LOUA. Por último, el PGOU es el acrónimo que suele utilizarse para los planes generales de ordenación urbana, el documento que con una vigencia de unos 10 años planifica el crecimiento urbanístico de los municipios.

La aprobación de la LOUA y la posterior del POTA han venido a revolucionar el trabajo de los departamentos urbanísticos de los ayuntamientos, al fijar nuevas normas de obligado cumplimiento, entre las que destacan la obligatoriedad de que el 30% de las nuevas viviendas sean de protección oficial o que los municipios no puedan aumentar su suelo urbano más de un 40% o su población más de un 30% en ocho años.

«Existe una jerarquía en el ordenamiento territorial», explica el arquitecto Manuel Narváez, que ha colaborado en los planes de Conil. «La Ley andaluza no puede contradecir a la Ley nacional del suelo, y su vez el Plan de Ordenación no puede contradecir a la LOUA. Es una situación similar a la Ley de Ordenación de la Edificación, que se desarrolla con un reglamento que es el Código Técnico», detalla Narváez.

El problema es que por debajo del POTA suelen existir planes que son supramunicipales o comarcales, como los de La Janda o la Bahía, que también tienen que ser tenidos en cuenta por las concejalías de urbanismo. «Y luego están los diferentes reglamentos de gestión, planeamiento o disciplina urbanística, que en ocasiones, como por ejemplo con los estándares de zonas verdes, pueden contener términos contradictorios», relata este experto en temas urbanísticos.

Pero, ¿cuáles son los municipios que tiene que adaptarse a la última Ley de Ordenación andaluza? La propia norma lo establece en su disposición transitoria segunda: los planes aprobados de forma definitiva antes de la entrada en vigor de la Ley (diciembre de 2002) «conservarán su vigencia y ejecutividad hasta su revisión o total cumplimiento». 13 de los 25 municipios gaditanos que tienen un plan vigente los aprobaron antes de 2003, según la Consejería de Obras Públicas de la Junta. Otros cinco (Bornos, Conil, Chipiona, Prado del Rey y Trebujena) ya se han adaptado.

Sin embargo, en diciembre pasado transcurrieron los cuatro años marcados por la Ley por los cuales a partir de entonces cualquier revisión o modificación de estos planes tendrá que adaptarse a la Ley. Asimismo, los nuevos planes que ya contaban con la aprobación inicial en 2003 tampoco estaban obligados a adaptarse a la LOUA, según la disposición transitoria cuarta de la Ley.