«Agradecemos el cariño y el respeto de la ciudad»
El torero llegó a la iglesia de Santo Domingo, de la mano de su madre, Manuela Escobar, siete minutos antes de la una y media. Lo hizo con rostro sereno y sin para de saludar al numeroso público presente. A la salida, ya convertido en marido de la jerezana Rosario Domecq, volvió a obsequiar con saludos a los muchos que aún aguardaban a las puertas del templo y se paró unos segundos a hablar con la prensa. Además de asegurar que la ceremonia había ido «muy bien» y que estaban «encantados y muy felices», quiso aprovechar la ocasión para agradecer a la ciudad de Jerez «el cariño y el respeto que ha mostrado hacia nosotros en todo momento».
Actualizado: GuardarReconoció, asimismo, que los días habían sido de mucho nerviosismos por los preparativos y se mostró sorprendido por la cantidad de gente que se había dado cita en las inmediaciones de Santo Domingo para arroparles en el que posiblemente haya sido el día más feliz de sus 25 años de existencia.