![](/cadiz/prensa/noticias/200710/21/fotos/006D7JE-JER-P2_1.jpg)
Un manjar de lo más natural
Tres de las variedades de miel del Rancho Cortesano han conseguido la certificación de calidad del Comité Andaluz de Apicultura Ecológica
Actualizado: GuardarDe toda la vida, las abuelas han recomendado una cucharadita de miel para las irritaciones de garganta, para calmar la tos y para mil cosas más. Si, además, el manjar es ecológico, mejor que mejor. El Rancho Cortesano, ubicado en la carretera que une las barriadas rurales de Cuartillos y El Torno, a una docena de kilómetros de Jerez, ha conseguido que su miel tenga el certificado de producto ecológico concedido por el Comité Andaluz de Apicultura Ecológica.
En concreto, la miel milflores, la de madroño y la de encina son las variedades merecedoras de la distinción. «Tenemos colmenas de miel de madroño en el Parque Natural de los Alcornocales, de encina en el de Grazalema y de milflores en los dos sitios», explica uno de los miembros de la cooperativa, Vicente García. Para conseguir esta distinción el producto tiene que cumplir escrupulosamente una serie de requisitos como, por ejemplo, «que las colmenas estén a un mínimo de ocho minutos de un núcleo de población y que no sufra tratamientos con pesticidas», apuntó García.
«El certificado es una garantía para el comprador», añaden desde el Rancho Cortesano que, además es Museo de la Miel y las Abejas y que recibe cada día la visita de un centenar de escolares.
Son muchas las propiedades que se le atribuyen a este antiquísimo manjar: «La miel de encina, que no es dulce, está recomendada para combatir la anemia -y lo que define a la de madroño- es que es la única amarga que existe». Cada una tiene sus propias características, pero, «en general, todas conservan capacidades curativas».
Dos mil colmenas
En total, esta cooperativa cuenta con dos mil colmenas de las que cada año extraen de forma totalmente artesanal alrededor de 30.000 kilos de una miel que «no tiene nada que ver con las de exportación porque pierden propiedades si vienen de lejos». El Rancho Cortesano cada vez cuenta con más colmenas que «vamos comprando a personas mayores que ya no pueden hacerse cargo de ellas».
¿Y cómo se puede reconocer una miel de calidad? «A menos que se haya envasado hace muy poco tiempo, la miel natural se vuelve opaca, cristaliza y a veces se hace una pieza. Eso es síntoma de que no se ha sobrecalentado», aclaró Vicente García, que anuncia que «ahora recorremos las ocho provincias andaluzas con la Biosferia, una feria sólo y exclusivamente para productos ecológicos garantizados».
vmontero@lavozdigital.es