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«Ahora sí me gustaría ser padre»

Antonio y Nacho no han decidido aún qué harán cuando culminen esta gira el viernes en Madrid. Si grabarán un disco de estudio o si cada uno volverá a su carrera en solitario. Las puertas, como en 1988, como en su canción, siguen abiertas, dicen ellos. A la espera de nuevas canciones de su grupo favorito, El Penta seguirá con su paroxismo nostálgico. Tiene muy mala prensa la nostalgia, pese a que en la RAE aparece definida simplemente como «tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida».

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Pero en Nacha Pop no son muy partidarios de ella: «Hay gente a la que le encanta hablar de eso, muchos quieren enfocar nuestra vuelta sólo desde ese punto de vista, y a nosotros ese traje no nos queda bien. Aunque tampoco puedes renegar de la gente que le gusta y has de buscar un equilibrio donde todos se sientan cómodos. Nosotros no somos muy nostálgicos, lo mejor está por venir, y referenciarse en el pasado es limitarse y ser conformista». La primera etapa de Nacha Pop se desarrolló en una época social y política muy interesante, cuando mucho estaba por hacer en España. Muy distinto al país al que salta de nuevo la segunda parte del grupo. «Ves el telediario y dices vivir para ver, estamos pagando cosas que se han hecho mal desde los ochenta o antes. No somos cronistas políticos ni sociólogos, pero desde luego sabemos que pueden salir los tiros por cualquier lado. Cuando vimos lo del 11-S muchos nos dimos cuenta de que todo era posible».

En este mundo, Antonio va a cumplir 50 años en diciembre. Nacho tiene 46. Viejos rockeros. Pero la gira, dicen, les ha hecho sentirse algo más jóvenes. «Hay una forma de parar el tiempo, desordenando la evolución...», cantan en Relojes en la oscuridad. «Lo de los años lo llevo bien -dice Antonio-, de puta madre. Pero a la hora de interpretar esas canciones hemos tenido que ponernos en esa situación y sentir esas sensaciones de intensidad que tuvimos entonces». Nacho añade: «La gente se impone coletillas para referenciar su vida. Pienso que cuando cumples 30 eres mejor en muchos aspectos que cuando cumples 20. Y con 40 mejor que con 30. Sí veo momentos en la vida que afectan positiva o negativamente: enamorarte de forma importante, perder a alguien querido...».

Atrás han quedado aquellos días terribles en que Antonio perdió a Marga. Tanto él como su primo miran hoy al futuro y sorprenden con un deseo compartido. «Lo he evitado hasta hoy, pero ahora me gustaría ser padre», dice Nacho. Y así se expresa Antonio: «Me llevo muy bien con mis sobrinos. Yo no he tenido hijos porque pensé que no era lo mejor, porque no me sentía plenamente preparado para ello. La vida que he llevado no era la mejor para ofrecer a un crío. Pero ahora es cuando estoy pensando en la posibilidad de llevarlo a cabo».