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El señor del anillo
Nicolás Sarkozy todavía lleva la alianza matrimonial, signo de que no renuncia a la reconquista de Cecilia pese al anuncio de divorcio
Actualizado: GuardarNicolás Sarkozy no se ha quitado la alianza matrimonial. Al día siguiente del anuncio oficial de su segundo divorcio, el presidente francés lució en su dedo anular izquierdo el signo de que en su fuero interno no ha renunciado a la reconquista de Cecilia. La efímera primera dama expresó en declaraciones periodísticas su intención de «vivir discretamente y a la sombra, como me gusta». Pero la revista Elle ya pregona en su próxima portada una entrevista exclusiva con la contradictoria ex, titulada: «Quiero vivir mi vida sin mentir». Otro vuelco para el corazón presidencial.
En la cumbre de Lisboa, Sarkozy abroncó a los periodistas por interesarse más por su divorcio que por Europa o las huelgas en Francia. «Mi estado de ánimo es que los franceses me han elegido para encontrar soluciones a sus problemas y no para comentar mi vida privada», observó el señor del anillo. «Eso les interesa mucho menos que a ustedes y tienen razón. Y quizás tengan también más pudor y más discreción. Un punto de elegancia más», recriminó.
La aparición y desaparición de la alianza fue un termómetro digital de los periodistas franceses para tomar la temperatura de las relaciones del matrimonio durante la precedente crisis conyugal de hace dos años.
Ahora es una prueba redonda de que «Nicolás Sarkozy es un combatiente, un hombre que no abandona nunca», como lo definió ayer Isabelle Balkany, amiga íntima de la pareja. «Este hombre ha esperado hasta el final que su esposa cambiara de opinión, sin importarle los actos jurídicos realizados», reveló.
En el diario Le Parisien, la abogada de los recién divorciados, Michèle Cahen, descartó la hipótesis de una retractación por una u otra de las partes. «Hoy, en el marco de una separación por consentimiento mutuo, no hay más que una sola comparecencia ante el juez. La única posibilidad de recurso es ante el Supremo en un plazo de quince días. Y no será el caso», manifestó.
La letrada explicó que la presidenta de los juzgados de familia de Nanterre (periferia de París) pronunció el lunes la patria potestad conjunta sobre Louis, su hijo de diez años.
La residencia habitual del niño será el domicilio de la madre y el padre podrá verle cuando lo desee. Los asuntos patrimoniales «también fueron solucionados de manera muy consensual».
«No era mi sitio»
En una amplia entrevista concedida al rotativo L'Est Républicain, Cecilia Ciganer-Albéniz alega que el palacio del Elíseo «no era mi sitio y, como dicen muy a menudo periodistas y cronistas, se elige a un hombre y no una pareja». «No hay ningún enigma, ningún misterio. No hay más que una pareja que atraviesa una crisis, que ha intentado superarla sin conseguirlo», asevera. «Deja de funcionar. Las razones son inexplicables, le pasa a mucha gente. A nosotros nos ha pasado», expone Cecilia. Tras posar para el último número de Paris Match, la autora de la afirmación «quiero retirarme de la vida pública» acapara también la nueva portada de Elle, que ofrece su «relato íntimo y las fotos exclusivas».
En esta nueva entrega de confidencias, presenta el divorcio como «un acto de honestidad». «Lo que es censurable es vivir en la hipocresía. Cuando ya no estás de acuerdo contigo misma, no te quedas a causa del lujo, de los mayordomos o los chóferes», se justifica. La primera mujer que ha abandonado el lecho del poder en Francia desde Josefina, ex de Napoleón, da a entender que ha dejado de amar al neosoltero del Palacio del Elíseo, que «ya no me necesita».
El culebrón es una garantía segura de ventas masivas aunque el 79% de los franceses diga en un sondeo que el divorcio de los Sarkozy es un acontecimiento «poco o nada importante».