Amere valora positivamente aunque con importantes reservas la ley de Memoria Histórica
La Asociación Memoria Histórica de la II República y Represión Franquista en San Fernando cree que es mejorable
Actualizado: GuardarLa Asociación Memoria Histórica de la II República y Represión Franquista en San Fernando ha valorado positivamente aunque con importantes reservas el hecho de que con el apoyo del PSOE, IU-ICV, CiU, PNV y Coalición Canaria se haya podido sacar adelante en la Comisión Constitucional la 'Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura', más conocida como Ley de Memoria Histórica. Aunque muy mejorable, Amere considera que supone un avance notable en la dignificación, reconocimiento y recuerdo de las mujeres y hombres que perdieron sus vidas, padecieron cárcel y reclusión en campos de concentración, realizaron trabajos forzados y fueron expoliados o se vieron abocados al exilio por defender el orden democrático legalmente establecido que fue la II República Española. Al respecto, la citada asociación es consciente de que esas brutalidades y vilezas se cometieron en los dos bandos enfrentados durante la Guerra Civil, de ahí que insista en que la Ley no hace distingos en cuanto a la víctimas: en ella se habla claramente de reconocer y ampliar las medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil con independencia de su ideología o creencias, y por supuesto a favor de quienes las sufrieron de parte de la criminal dictadura franquista. Por ello, Amere censura el cinismo y la demagogia que viene ejerciendo el sector más reaccionario y ultraderechista del PP, el cual procura descalificar a la ley y a su espíritu pretextando que tan sólo servirá para dividir a la sociedad española, cuando los que tratan de dividirla mezquinamente son ellos mismos, no sabemos por qué oscuros intereses. Amere llama la atención sobre que en la transición de la dictadura a la actual monarquía parlamentaria, se estableció desde la desigualdad un vergonzante pacto de silencio, una ley de punto final, y con la que en realidad sólo se cerraban falsamente las heridas abiertas en la Guerra Civil.
Y así, mientras los muertos del bando franquista habían sido dignificados durante 40 años de dictadura y sus familias convenientemente indemnizadas, los fallecidos del bando republicano continuaban relegados al olvido y a yacer en fosas comunes o cunetas, en tanto que los supervivientes y familiares quedaban condenados a callar y a conformarse con unas irrisorias compensaciones económicas.
Amere considera que setenta años después de la guerra, con una más que excesiva tardanza, al pueblo español, como ocurriera mucho antes con el alemán o el italiano, le sobran perspectiva y madurez para analizar críticamente lo que ocurrió, sin que algunos asustaviejas de la derechona más rancia traten de amedrentarnos. Aunque desde Amere se reconoce que la Ley de la Memoria supone un significativo paso adelante, esa asociación estima que tiene una deficiencia inadmisible para los republicanos, como es el hecho de que no se declaren nulos de raíz, sino simplemente ilegítimos, los juicios sumarísimos y consejos de guerra por los que incluso en algunos casos póstumamente- se condenaron a muerte o cárcel a personas a los que se acusaba de ser o simpatizar con republicanos, masones, marxistas o anarquistas, imputándoles cínicamente los cargos de rebelión y sedición.
De otro lado, a pesar de que se mejoran algo las compensaciones económicas para los damnificados, en ningún momento se recoge la devolución de los bienes que les fueron incautados. Con todo, Amere confía en que desde la reivindicación, y más pronto que tarde se hará finalmente justicia, declarando la radical nulidad de los procesos promovidos por los golpistas y la posterior y criminal dictadura del general Franco.
Amere se congratula de que la aplicación de la Ley se traducirá, entre otros asuntos, en la dignificación de la fosa común existente en el Cementerio Municipal y en la retirada de la simbología franquista que subsiste en las calles y plazas de San Fernando. En este sentido, Amere está ultimando la confección de un catálogo con nombres de calles y monumentos, en el que también se incluyen los títulos honoríficos concedidos desde el Ayuntamiento a golpistas como Franco, Queipo de Llano, Olivera Manzorro, Isasi y otros, que incluso llegaron a ser (auto)nombrados hijos predilectos de la ciudad. Asimismo Amere confía en que tal y como recoge el texto legal, no se continúen poniendo trabas para la consulta de los libros de actas de defunciones del Registro Civil de San Fernando, motivo por el que la asociación ha tenido que recurrir a la delegada de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Blanca Alcántara, quien se comprometió antes del verano a aclarar la situación.
A este respecto Amere señala que en otros municipios caso de Puerto Real o Jerez-, los investigadores no han tenido problemas en acceder a esos documentos, dado que por su antigüedad ya están desclasificados. Por último, la Asociación también se alegra del posicionamiento adoptado por la Diócesis de Cádiz y Ceuta, que aseguró a través de su vicario general, Guillermo Domínguez Leonsegui, que la Iglesia católica cumpliría la ley en esa circunscripción sin ningún tipo de oposición. Es por ello que AMERE confía en una pronta retirada de la placa dedicada a Primo de Rivera que está situada en la fachada de la Iglesia Mayor, así como en que se le permita acceder a un cuaderno perteneciente al archivo de la citada parroquia en el que un capellán fue anotando los nombres de los fusilados republicanos a los que asistía espiritualmente momentos antes de que fueran ejecutados, consignando en ellos datos de los mismos y en muchos casos el lugar donde fueron ejecutados y/o enterrados. Hasta el momento el párroco nos ha denegado el acceso al mismo, alegando instrucciones recibidas desde el Obispado", se lamentan desde Amere.