Fígaro y Carmen
Fuertemente unido al mito del varón donjuanesco, la visión a situado el personaje de Carmen y el de Fígaro, dos arquetipos que también han rebasado las fronteras españolas aunque no con la fuerza del Don Juan.
Actualizado: Guardar«Tal vez por una razón topográfica, por la decadencia en la que se vive en la Sevilla de la época se explica la aparición del criado que surge a primer plano de la mano de Figaro. Se convierte en indispensable porque el aristócrata por si mismo es es incapaz de seducir», añade el profesor que no ve a Carmen como una versión femenina de Don Juan. «No lo es porque ella no es una burladora, sólo una mujer que quiere tener una relación con un hombre mientras dure la pasión y después con otro y con otro. No es una coleccionista de amantes, sino una perseguidora de la libertad», explica el autor para quien la figura de Carmen no hubiera podido existir si no es en su tiempo, «cuando empezaron a darse las condiciones para que una mujer se atreviera a decir lo que quería».
Ortiz coincide con Troyano en situar a Carmen en otra órbita, sobre todo, porque «a pesar de la liberación sexual, ella no mantiene esa pulsión hacia el desafío».