Las ayudas por ‘lengua azul’ dejan fuera a casi todo el ganado de Cádiz
COAG denuncia que sólo podrán cobrarlas los propietarios de ovinos, mientras que Asaja insiste en la necesidad del desacoplamiento total
JEREZ Actualizado: GuardarLas ayudas para paliar los daños por la lengua azul anunciadas el pasado lunes por el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, no han servido para calmar los ánimos de los ganaderos de la provincia de Cádiz, quienes no sólo ven «insuficiente» la cantidad de seis euros por animal que esté en zona afectada, sino que además criticaron ayer que «sólo cubran a los ovinos, dejando fuera a caprinos y bovinos».
Así lo recalcaba ayer el responsable de ganadería de COAG Andalucía, Ángel Ruano, que recordaba que toda la provincia de Cádiz está dentro de la zona de restricción, y que «de los 340.000 animales que se contabilizan en ella sólo unos 110.000 son ovejas».
«Hay muchas cabras afectadas, que están disminuyendo su producción a causa de la enfermedad y por las que sus propietarios no van a cobrar nada porque el anuncio de las ayudas las deja fuera», apuntó.
Además, Ruano dejó claro que estos ayudas no tienen en cuenta «la crisis general del sector, que va más allá de la lengua azul y que también tiene que ver con la subida de los precios de los piensos o la caída de los precios de la carne». Para ello, desde COAG creen que «lo más oportuno sería hacer un plan de choque de la crisis, y no unas ayudas concretas por un tema puntual».
También pedían un paquete más amplio de ayudas para paliar todos los problemas de la ganadería desde la organización agraria Asaja Cádiz, cuyo secretario general, Cristóbal Cantos, no sólo expresó su preocupación porque se sobredimensionen los efectos de esta enfermedad con imágenes devastadoras cuando «se trata de un simple resfriado», sino que también consideró que «no se han puesto sobre la mesa las medidas necesarias para frenar la grave descapitalización a la que se enfrenta este sector».
Según Cantos, además de las ayudas anunciadas «debería adelantarse el cobro de otras a través de créditos subvencionados, Bruselas debería autorizar».
Además, volvieron a insistir en que el MAPA pida a la UE el desacoplamiento total de las ayudas, porque de lo contrario «los ganaderos se van a ver obligados a reponer los animales que hayan muerto para que les llegue la subvención, mientras que si no se acoplan podrán disponer libremente de los fondos y así decidir si se encaminan a otros sectores más rentables».