Las partidas más costosas se quedan sin revisar. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Impuestos y comisiones de inmobiliarias sin tocar

La tan esperada reforma hipotecaria ha sabido a muy poco a los clientes y no preocupa a los agentes que participan en la firma de un préstamo como son los notarios o los registradores, que aunque verán recortados sus ingresos en determinadas operaciones, no sufrirán cambios en sus condiciones en la apertura de hipotecas, por ejemplo.

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Fuentes jurídicas consultadas por este periódico ponían el énfasis en cómo el Gobierno no ha entrado a reducir los capítulos que más encarecen el proceso de adquisición de una vivienda como son los impuestos de tramitaciones patrimoniales o las comisiones que cobran las agencias inmobiliarias al comprador, al vendedor o ambos -mínimo un 2% del precio final del inmueble-. Así, si el gran problema del ciudadano está en el acceso a la vivienda, «esta ley no va a solventar esta dificultad». Un préstamo de 240.000 euros -un precio nada desorbitado en Cádiz- conlleva un gasto de cerca de 18.000 euros en impuestos y de más de 4.000 en gastos de inmobiliaria.