Política participativa
Actualizado:Leemos en patalata.net las quejas de las asociaciones Rebelión en La Granja y Bululú acerca del, como ellos lo denominan, «incumplimiento» de este nuestro ay-untamiento que padecemos de su compromiso de instalar un parque infantil en La Granja.
Según explican, el Gobierno municipal adquirió tal compromiso con los habitantes de la olvidada barriada en los Presupuestos Participativos de 2005, y no sólo no hay noticia alguna sobre el solicitado (y comprometido) parque infantil sino que el suelo donde debía levantarse ha sido cedido a una cofradía para que allí se ubique su casa de hermandad.
Explican desde Rebelión y Bululú, la alcaldesa no ha contestado a sus peticiones para mantener una reunión sobre el asunto, por lo que han decidido hacer público su descontento y han organizado una manifestación para este próximo sábado con el lema «Mejor un parque que una casa de hermandad».
Debemos suponer que la jerarquía católica local apoyará la convocatoria (recordemos aquello del «dejad que los niños se acerquen a mí», y qué mejor manera de hacerlo que jugando), ya que han sido varias las ocasiones en las que ha manifestado que los asuntos de las cofradías son cosa privada de sus hermanos y no se entendería que una institución que hace gala de su amor y entrega a los más necesitados (y esta zona no es precisamente de las más pudientes de la ciudad) no estuviera al lado de unos vecinos preocupados por una cuestión tan inocente (pero no por ello menos necesaria) como es que los niños tengan un lugar de, como decía aquel, esparcimiento y solaz.
Según parece el delegado Juan Pedro Crisol estuvo ayer en La Granja, y preguntado sobre el particular se limitó a decir «ustedes protesten que nosotros gobernamos». Todo un modelo de política participativa.