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Imagen de los islamistas acusados por la 'Operación Nova'. / EFE
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Uno de los procesados admite que habló de explosivos pero que era «un juego»

Reanudado el juicio tras ser suspendido cuarenta y cinco minutos por el motín de los acusados

AGENCIAS |
MADRIDActualizado:

El presunto terrorista islamista Kamara Birahima, para quien la Fiscalía solicita 37 años de prisión por el intento de atentado contra la Audiencia Nacional, ha reconocido durante el juicio por estos hechos que en julio de 2004 mantuvo una conversación con el confidente policial conocido como 'Cartagena', en la que se habló de comprar explosivos, aunque ha rechazado que dichas palabras se refirieran a actividades terroristas concretas y ha atribuido todo a "una tontería" y un "juego".

Kamara, de nacionalidad mauritana, ha sido el séptimo de los 30 presuntos islamistas detenidos en octubre de 2004 en la denominada Operación Nova que ha declaradp ante ante el tribunal, que hoy ha celebrado la segunda sesión del juicio por esta causa. El procesado ha contestado a la fiscal Dolores Delgado utilizando circunloquios y expresiones muchas veces incomprensibles, y ha atribuido todo ello a que personalmente se considera una persona "enferma y trastornada".

La segunda sesión de este juicio ha comenzado con un intento de amotinamiento de los procesados en plena sala de vistas que ha obligado al presidente del tribunal, Alfonso Guevara, a suspender la sesión durante casi una hora por las protestas de los acusados ante el tribunal.

Motín de los acusados

La suspensión del juicio se ha producido después de que el acusado Ahmed Mohamed, que debía continuar la declaración que inició ayer, se haya dirigido al tribunal para denunciar malos tratos por parte de las autoridades policiales y de los funcionarios de prisiones. El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, le ha advertido de que ese no era el lugar para quejarse.

Las palabras del magistrado han hecho que el resto de los acusados se hayan puesto en pie y hayan comenzado a gritar "malos tratos, malos tratos" y a agitar las manos, por lo que Guevara ha ordenado que entrara la Policía "a mantener el orden".

Los agentes han obligado a los procesados a sentarse a la fuerza y el juez ha decidido suspender la sesión hasta las 11:15 horas para que los letrados hablaran con sus defendidos y les advirtieran de que si persistían en esa actitud se suspendería el juicio. "Este espectáculo no lo admito", afirmó el presidente del tribunal, tras lo que abandonó la sala.

Al reanudarse la sesión, Guevara ha anunciado la apertura de un expediente disciplinario a los acusados, al entender que la protesta era organizada, y ha comentado que hará gestiones ante Instituciones Penitenciarias para intentar mejorar la situación que denuncian los procesados.