El sueño frustrado de La Barca
Los vecinos de la pedanía no entienden las razones de la Junta para rechazar una independencia que creen que mejoraría su situación económica
Actualizado:Como un jarro de agua fría. Así ha sentado a los vecinos de La Barca de la Florida la negativa de la Junta de Andalucía a aceptar la segregación de la pedanía, que ya ha sido comunicada a su alcalde, Roque Valenzuela. En el ambiente que se respira en las calles de La Barca hay cierto pesimismo sobre su futuro, aunque también hay que decir que no hay demasiada información sobre el tema, ya que muchos ni siquiera están al tanto de la última palabra que ha dicho la Administración autonómica. En lo que coinciden la mayoría de los vecinos (que no todos) es en que la independencia es el mejor camino para conseguir sus propósitos.
En el bar que hay frente a la plaza del Ayuntamiento, casi a la entrada de la pedanía, los vecinos van a sus cosas y hablan sobre sus problemas cotidianos, pero, en cuanto se les tira de la lengua, algunos no tienen pelos. Es el caso de Ramón García, que aprovecha el asunto para criticar a todas las administraciones públicas, desde la central al Consistorio pedáneo, pasando por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Jerez: «Y eso que son socialistas todos, como el presidente Zapatero, que da el Estatuto catalán y, sin embargo, a nosotros no nos da lo que nos merecemos todos los pueblos».
«La culpa -prosigue- la tienen la Junta y el Gobierno central, pero así es la democracia socialista. Se aprueba el Estatuto andaluz, que votaron uno de cada tres, pero la independencia de La Barca no se consigue», a pesar de que en el referéndum un 90% de los barqueños se posicionaron a favor de la misma.
Este vecino recuerda además que «la Ley de Demarcación Central dice que tenemos habitantes, distancia y presupuestos suficientes para segregarnos, pero nada».
Haciendo una metáfora muy gráfica, afirma que «Jerez es un matrimonio con siete hijos, que son las pedanías, al que no le interesa que se casen y vivan libres, para que continúen metiendo el dinero en la casa y se malgaste en Jerez».
El malestar por el rechazo a la independencia es algo que se respira en prácticamente todos los rincones de la pedanía. De hecho, algunos incluso no descartan movilizaciones como medida de presión, ya que «si aquí se cortara la carretera todo se solucionaría muy rápido».
Otro asunto que se percibe es que la independencia de La Barca es una reivindicación que, poco a poco, se ha ido enfriando, algo de lo que culpan en parte a su alcalde, Roque Valenzuela, que «empezó reivindicando muy fuerte, hasta hizo una huelga de hambre, pero ahora parece que está aflojando».
Así lo ve al menos José Holgado, un barqueño «de campo» que se sienta en uno de los bancos de la plaza del Ayuntamiento, frente al Consistorio pedáneo, en cuya fachada todavía se puede leer «Por una Barca libre», reivindicación histórica.
Pero para este vecino lo realmente importante no es la independencia, sino que «nos empiecen a tratar igual que a los de Jerez, que no exista esta discriminación. Más que independientes, lo que queremos es ser todos iguales», añade.
Junto a él, José Álvarez, agricultor de profesión también como muchos barqueños, afirma rotundamente que «La Barca tenía que ser independiente de Jerez. El Ayuntamiento matriz se lleva el dinero que se genera aquí, en vez de invertirlo en la pedanía como debería».
Juan Pérez, empleado en una gasolinera situada en la pedanía, asegura por su parte que «la gente está loca porque La Barca se independice de una vez, pero parece que al final no va a poder ser. Aquí hay demasiado dinero, muchas empresas, por ejemplo hortofrutícolas, y por eso no interesa».
Y es que, se pregunte a quien se pregunte, la respuesta es casi siempre la misma. Miguel Corbacho, que atiende un establecimiento en la pedanía, se basa en que «San José del Valle está mucho mejor que esto, y ahora más todavía. Aquí, sin embargo, dijeron que no, y parece que siempre será que no, pero lo que no entendemos es por qué».
De hecho, «que todas las administraciones ahora lleven las mismas siglas y el mismo color político no ha servido absolutamente de nada».
Así, recuerda Miguel Corbacho, en las últimas elecciones de la pedanía el Partido Popular estuvo muy igualado con el Partido Socialista: «Hay una mayoría que cada vez está menos contenta con el alcalde de aquí y eso es en parte por el tema de la independencia, que parece estar más flojo que antes».
Lucas, un cliente del bar, es la única persona consultada que no está a favor de la segregación de La Barca, ya que «esta pedanía es muy pequeña para ello. Yo creo que no nos interesa». Por ello, no duda en afirmar que «la Junta de Andalucía sí ha estado acertada al decir no, ya que al menos yo no lo veo».
En lo que sí coincide es en la discriminación de los vecinos respecto a los del Jerez urbano, a pesar de que «pagamos los mismos impuestos. Entonces, ¿por qué no tenemos también los mismos servicios. Es totalmente injusto».
A favor o en contra, lo que no se puede negar es la frustración que sienten los vecinos de La Barca de la Florida por el trato que reciben de las diferentes administraciones públicas.
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