La falta de puntería impide una holgada victoria arcense

Sin la pegada a la que acostumbraba, pero el Arcos vuelve a hacerse fuerte en casa, aunque esta vez, ante el colista, un Dos Hermanas que demostró que un ascenso en los despachos y a última hora no es la mejor solución para afrontar una temporada en una categoría tan competitiva como esta Tercera División.

El partido no tuvo más historia que la que el Arcos le quiso poner. Lástima de las ocasiones fallidas, puesto que de haber estado más acertados, el resultado podía haber sido de escándalo.

Aún así, el Arcos ve a sólo dos puntos la liguilla de ascenso, a pesar de que la imagen del conjunto no se asemeja en nada a la de campañas anteriores. E incluso el fortín del Antonio Barbadillo parece más accesorio para los visitantes, en tanto que las tres victorias del Arcos como local se han producido por la mínima ante conjuntos netamente inferiores.

Volviendo al partido, cabe destacar el carácter ofensivo de Ángel Oliva en el once inicial, que contra pronóstico, colocó a un extremo, Abel Calatayud, en la posición de lateral derecho, donde hasta el momento Juanjo estaba jugando a buen nivel. Será cosa de las rotaciones, que de eso entienden los entrenadores. La otra novedad fue Miguel Sánchez, que volvía al once tras su lesión. La titularidad del central sevillano devolvió al capitán Víctor Vía a su posición natural, la de hombre escoba en medio campo dotando de gran libertad tanto a Benjamín como a Dani Venegas, a la postre autor del único tanto del encuentro.

Costó en llegar

El gol, tras las múltiples oportunidades en la primera mitad en las botas del propio ubriqueño, Nico, Bello o Garrido, aún se espera el aterrizaje de este delantero, llegó en la primera jugada de la segunda mitad. El mediapunta, con la clase que le atesora, recogió el balón fuera del área, soltando un latigazo que se coló junto a la cepa del poste, sin que Kike pudiese hacer nada. Tercer gol de Venegas en lo que llevamos de temporada, empatando con Bello como máximo realizador arcense. Curioso el dato, ya que ambos fueron también de los mejores y más destacados en la pasada temporada junto a Sotelo y Casares, que por cuestiones del destino dejaron de pertenecer a la disciplina arcense.

Valga reseñar que tras marcar el gol, el jugador se abrazó con su entrenador, que está siendo criticado en este inicio de campaña.

Dani pudo ampliar la ventaja, con un disparo que se estrelló en en larguero de la portería del conjunto sevillano, que apenas inquietó la meta de Melli durante todo el encuentro.