JURADO. Blecua, Posadas, Puértolas, Regás y Bryce Echenique, fallarán hoy el Planeta 2007. / EFE
Cultura

Satisfacción en el Planeta por la «calidad de las novelas presentadas»

El jurado reconoce que «tres o cuatro títulos» podrían merecer el galardón Juan José Millás, Fernando Savater y Boris Izaguirre, suenan entre los favoritos

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Tal vez porque es más fácil fabular sobre el pretérito, la Historia -lejana, contemporánea, actual o antigua- se ensalzó ayer como la protagonista de un certamen que, después de algunas ediciones deambulando sin rumbo, pareció recuperar para esta edición la ilusión por las buenas novelas. «Alrededor de tres o cuatro títulos» fueron los citados por Carlos Pujol, secretario del jurado del Premio Planeta, el mejor dotado de España, como dignos de resaltar en una convocatoria que adolecía en los últimos años de un cierto viraje al vacío. La edición 2007 se recordará por ser la convocatoria de la novela histórica y también de la recuperación de la ilusión por parte de un jurado que volvió a estar formado por Alberto Blecua, Alfredo Bryce Echenique, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Soledad Puértolas, Rosa Regás y Carlos Pujol.

Quinielas

En mitad de una rueda de prensa atestada de periodistas y enviados especiales entre los que sonaban ya las campanas de las posibles quinielas, el director de Planeta, José Manuel Lara, volvió a agradecer el interés por un premio que continúa haciendo posible tres objetivos: «que se hable del libro, que se promocionen nuevos autores y que se busquen nuevos lectores». Con nombres que van desde el del mediático showman y escritor venezolano Boris Izaguirre hasta el de un dinosaurio de las letras como Juan José Millás pasando por personalidades de la filosofía y la política como Fernando Savater, numerosas combinaciones sonaban entre los corrillos de un premio que destina 600.000 euros para el autor seleccionado y 125.000 para el finalista.

Entre las novedades de este año, el jurado destacó lo insólito de encontrar «una calidad media» y «alrededor de tres o cuatro títulos por encima de lo habitual». Tal y como señaló Carlos Pujol durante la breve rueda de prensa, «una de las características más singulares de este Planeta 2007 es que todos las obras, si se extreman un poco las fechas, son históricas, desde Roma y Numancia al siglo XX», tiempo en el que están datadas las mayoría de las tramas.

Por primera vez en los últimos años, el jurado también quiso destacar que, en esta tendencia a la Historia, se ha dejado a un lado la experiencia de la Guerra Civil y la Posguerra para hablar de otros temas y centrarse, en dos de los casos, en las dictaduras de América Latina en una práctica hasta ahora insólita en el premio. Así, Pujol dejó caer cómo en las obras «se tratan temas históricos del siglo XX y también aspectos como la especulación inmobiliaria», así como que, incluso, «hay una incursión en la Ciencia Ficción».

Así las cosas, Nelly R., la amante del General, de Duque Orsini (seudónimo); A ciegas, de Tiresias (seudónimo); Sol de misterio, de Máximo (seudónimo), Gio y las Palmeras, de Julia Brideshead Ponti (seudónimo), Una oveja para Trebopala, de S. B. Francisco (seudónimo), El cráneo de Balboa, de Rafael R. Costa, Siete estrellas verdes, de Natalia Hamilton (seudónimo), El final del ave fénix, de Malube Bazcuez, (seudónimo), Enarmonía, de Ruggiero di Pinto (seudónimo) y La colina de la bruma, de Antonio López Alonso son las novelas que finalmente optarán al preciado galardón.

En mitad de la satisfacción de un jurado complacido con las expectativas frente a años anteriores, Pujol, en otras ediciones acicate de la mala calidad de las obras presentadas, no tuvo reparos en reconocer que «hay varias novelas que podrían ser un estupendo Premio Planeta». Una buena noticia para uno de los más importantes galardones literarios que, a lo largo de la cena literaria de esta noche en Barcelona, destapará uno de los secretos mejor guardados de las letras españolas.