El futuro lo marcarán la ley y la Junta

Lo que sí ha dejado claro hasta el momento el Gobierno andaluz es que el actual texto no se aprobará en el BOJA sin que se le hagan modificaciones. Y lo que espera la Administración autonómica es que no haya que devolver el texto al pleno del Consejo Regulador, sino que todas las organizaciones pongan de su parte y se sienten en una mesa de diálogo para retocar los artículos en los que no hay consenso y aquellos que puedan entrar en contradicción con la nueva Ley andaluza del Vino.

Y es que para la Junta no hay prisa en torno a este debate, porque antes que el Reglamento debe aprobarse la norma -será en breve- y ver cómo se adaptan algunos artículos a la ley. Después, se abre un periodo de un año para hacer los posibles cambios al texto.

Para la Junta, hay ciertos temas que serán difíciles como el de la representatividad del pleno, aunque «es posible acercar posturas».