Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Crece el clamor para que aspire a la presidencia

Para los devotos, Al Gore es el tercer presidente estadounidense en obtener el Nobel de la Paz, después de Theodore Roosevelt y Jimmy Carter. Para esos que no han dejado de preguntarse qué hubiera pasado si Gore, en vez de George W. Bush, estuviera en la Casa Blanca, el galardón sirve para aumentar su clamor.

M.G.
Actualizado:

Precisamente dos días antes apareció a toda página en The New York Times un anuncio pagado por la organización Reclutar a Gore (www.draftgore.com) pidiéndole que se presente a las elecciones del año próximo. El anuncio llegaba avalado con más de 100.000 firmas.

Gore ha repetido una y otra vez que no lo hará porque está desencantado con la política, pero sus partidarios apelaban a su patriotismo. «Tu país te necesita ahora, como tu partido y el planeta que tanto estás luchando para salvar».

Donna Brazile, su mánager de campaña en 2000, admitía que Gore «ya ha cerrado la puerta a las elecciones de 2008, pero a algunos de nosotros siempre nos gustará creer que queda una rendija abierta en la ventana, no sólo porque es un candidato viable sino porque es un hombre íntegro de profundas convicciones».

Eso debe de hacer pensado también el Comité de Oslo, que ha vuelto a elegir a un hombre que se ha enfrentado a Bush. Hace dos años premió al director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohammed AlBaradei, que llevó la contraria a Bush en la invasión de Irak y ahora en la controversia nuclear con Irán.