El Kremlin apura su desafío y amaga con dejar el tratado sobre cohetes
Como ya hizo con el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), el presidente Vladímir Putin amenazó ayer con abandonar también el convenio de eliminación de misiles de mediano y corto alcance (INF). Según su opinión, el problema con el INF no atañe a EE UU sino a países europeos pertenecientes a la OTAN «que desarrollan activamente ese tipo de armamentos».
Actualizado:El dirigente ruso no especificó a qué países se refería, pero señaló que «si el acuerdo no adquiere carácter global, será difícil para Rusia mantenerse dentro de él». Poco después, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, agitó la misma advertencia ante la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, cuando ésta aseguró que su país no tiene intención de detener sus conversaciones con Polonia y la República Checa para la instalación del escudo antimisiles.
El primero que puso sobre el tapete la posibilidad de que Rusia abandone el INF fue, el pasado febrero, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Yuri Baluyevski, presente ayer en las negociaciones con Rice y el secretario de Defensa, Robert Gates.
Primer acuerdo
El tratado de eliminación de misiles de mediano y corto alcance fue el primer acuerdo de desarme nuclear alcanzado entre Washington y Moscú. Lo firmaron Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov el 8 de diciembre de 1987 y entró en vigor el 1 de junio de 1988.
Baluyevski pronunció hace ocho meses las mismas palabras repetidas ayer por Putin: «Muchos países fabrican y perfeccionan misiles de alcance medio mientras que Rusia, por cumplir los términos del tratado, ha perdido sistemas de ese tipo de armas únicos en el mundo». El general ruso aseguró que el abandono de su país del INF «dependerá de los pasos que dé Estados Unidos en relación con su sistema de defensa antimisiles». Por eso y al no haber acuerdo sobre la cuestión del escudo, los dirigentes rusos se sacaron ayer de la manga la carta de los misiles de corto y mediano alcance.