La vieja guardia de Orúe
El preparador jerezano se ha reencontrado en el Portuense con muchos de los hombres que jugaron bajo sus órdenes en su época al frente del Cádiz
Actualizado:Carlos Orúe no es ningún novato en los banquillos. Más bien debería decirse que el actual técnico del Racing Portuense es todo un veterano de la Segunda y Segunda B. Y es que no son pocos los entendidos del fútbol que lo califican como uno de los entrenadores que mejor conoce la División de Bronce del fútbol español.
Fruto de esta prolongada experiencia, Orúe ha tenido a sus órdenes a cientos de futbolistas. Y el destino ha querido que en el club rojiblanco se haya reencontrado con un buen número de los que entrenara en su etapa en el Cádiz, como Sambruno, Velázquez, Palacios o Zurdo. Para el preparador jerezano el poder contar con estos hombres supone, sin duda, una gran ventaja para sacar al Racing de la difícil situación en la que se encuentra: «Siempre es importante que los jugadores sepan cual es el método de trabajo que usa cada entrenador porque así asimilarán antes lo que se pide de ellos».
Zurdo era un chaval que empezaba en el mundo del fútbol cuando coincidió con Orúe en la temporada 2000-2001. Bajo sus órdenes, debutó a los 19 años con el primer equipo en un partido ante el Don Benito y después participó también en varios partidos amistosos e incluso alguno oficial defendiendo la camiseta amarilla. El extremo izquierdo es siete años después un jugador veterano y de calidad contrastada. Para él, Orúe es «un entrenador que sabe lo que quiere. Marca cuatro o cinco puntos principales que deben cumplir sus equipos y si los jugadores lo consiguen siempre están en las posiciones altas de la tabla».
Otro de los hombres que se asentó en la elite de este deporte de la mano del jerezano es Jesús Velázquez. El lateral no ahorra elogios hacia su actual entrenador: «Él me hizo como futbolista y eso me ha permitido disfrutar estos años como jugador del Cádiz, Lorca y ahora Portuense». «Gracias a Dios ahora he vuelto a coincidir con él y estoy seguro que nos va a sacar adelante», añade. A la pregunta de cómo definiría el método de trabajo de Orúe responde que «se trata de un técnico al que le gusta el trabajo diario y que el grupo esté unido. También es un gran amante de la táctica y fue uno de los primeros en Andalucía en incorporar el video al trabajo. En definitiva, es un grandísimo entrenador como demuestra el hecho de que sus equipos siempre hayan estado arriba, tanto en Segunda B como en Segunda».
También el central Sambruno vivió grandes momentos junto a Orúe en aquella temporada 2000-01. El gaditano ensalza su calidad en los banquillos y recuerda como «se hizo cargo de un Cádiz que estaba en muy mala situación, cogido con hilos, y nos llevó a disputar la liguilla de ascenso y casi a Segunda». A nivel personal también guarda un magnífico sabor de boca de aquella experiencia: «No había estado del todo bien hasta entonces pero el míster supo sacarme mucho rendimiento, y como conmigo lo hizo con muchos otros compañeros».
Uno de los futbolistas que mejor conoce su forma de trabajar es David Palacios. No en vano, el extremo izquierdo y Orúe coincidieron además de en el Cádiz en el Rayo Vallecano, y en ambas ocasiones lucharon en la Liguilla de ascenso. «Sin duda es uno de los mejores entrenadores que nunca he tenido», afirma de forma rotunda el sevillano. Sobre su forma de trabajar comenta que «a sus jugadores no les pide demasiadas cosas pero eso sí, lo que pide es muy complicado de asimilar y por eso yo comprendo que a mis compañeros les puedan costar estos primeros días aunque todos acabaremos cogiendo lo que el míster quiere y es seguro que entonces iremos para arriba». Por último, lo define como un entrenador de «estilo rígido, pero es que como él dice hay que trabajar, trabajar y, después, trabajar».
Las palabras de los portuenses que mejor conocen a Carlos Orúe son concluyentes y no cabe duda de que la plantilla rojiblanca confía plenamente en el jerezano para salir de la difícil situación por la que atraviesa el equipo. Y también es seguro que, en esta complicada aventura, el técnico encontrará el apoyo total de su vieja guardia amarilla.